Ayudas europeas para los proyectos que estimulan el desarrollo regional
Las empresas pueden beneficiarse de los fondos estructurales y de cohesión que la Comisión Europea ha dispuesto con el fin de corregir las desigualdades entre distintas regiones de la UE. Las principales ayudas se dirigen a las redes y sistemas de transporte, a la gestión del agua y de los residuos, a fomentar la producción de equipos de bajo consumo energético y al uso de energías renovables.
La finalidad principal de las políticas estructural y de cohesión de la Unión Europea es contribuir a la disminución de las disparidades económicas y sociales. Las empresas disponen de ayudas indirectas en sectores tales como las infraestructuras materiales, las tecnologías de las telecomunicaciones e información, la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación.
En lo relativo a redes y sistemas de transporte, la Comisión Europea considera que las inversiones deben destinarse a reducir los costes del transporte, la saturación y la duración de los viajes y a mejorar la capacidad de la red, las prestaciones y la calidad del servicio, incluida la seguridad. En la actualidad, la mayor parte de las inversiones en transporte procedentes de los fondos estructurales y de cohesión se dirigen al transporte por carretera. Pero es necesario diversificar, mejorar la accesibilidad de las regiones, tener en cuenta las necesidades de las personas con movilidad reducida, así como la reducción del impacto medioambiental del transporte.
En el capítulo energético, las inversiones de los fondos estructurales deberán concentrarse, según la Comisión, en las redes energéticas, entre otras cosas. Las prioridades son completar las interconexiones, mejorar las redes de distribución de electricidad y completar y mejorar las redes de distribución de gas.
Las ayudas específicas deben fomentar la producción de equipos de bajo consumo energético, su adquisición por parte de la pequeñas y medianas empresas y el uso de los mismos en los hogares y edificios públicos. Deberán existir también ayudas centradas en la adquisición de equipos de energía renovable en las pymes, por ejemplo en el sector turístico, donde existe un potencial considerable para el empleo de este tipo de energías.
En telecomunicaciones, la inversión es, en la mayor parte de los casos, potencialmente rentable. Por eso la ayuda pública es menos vital; deben implicarse más los propios operadores. Las intervenciones financiadas por los fondos estructurales deberán explotar al máximo las ventajas comerciales reales de la sociedad de la información para las organizaciones comerciales, especialmente las pequeñas y medianas empresas.
Promoción
Deberían incluirse medidas destinadas a la promoción de nuevos servicios y aplicaciones innovadoras (comercio electrónico y explotación de Internet) y al equipamiento de los usuarios potenciales. En infraestructuras, los fondos estructurales y el fondo de cohesión deben contribuir al cumplimiento de las directivas comunitarias, en particular respecto a la gestión del agua y los residuos. Es preciso también fomentar medidas preventivas de protección civil en zonas con tendencia a sufrir catástrofes naturales.
En definitiva, las regiones deberán ofrecer ayudas a las empresas para aunar esfuerzos con los organismos gubernamentales, centros de enseñanza superior, etc., para la gestión eficaz de las nuevas tecnologías y su traducción en progreso económico .