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Las ferias, cada vez más internacionales y tecnológicas

España se encuentra en el top 5 europeo en cuanto a actividad de muestras, pero ha de invertir en infraestructura, tecnología, digitalización y sostenibilidad para seguir siendo competitiva

La situación de la industria ferial en España es excelente, subraya el presidente de la Asociación de Ferias Españolas (AFE) y director general de BEC (Bilbao Exhibition Centre), Xabier Basañez, y corroboran, por experiencia propia, las cuatro instituciones consultadas para este reportaje: Ifema Madrid, Fira de Barcelona, el citado BEC y Fycma (Palacio de Ferias y Congresos de Málaga). “En exhibiciones, España se encuentra entre los primeros países de Europa, junto con Alemania, Italia, Francia y Reino Unido, si bien todavía hay oportunidades de mejora y trabajo por hacer en internacionalización”, declara Basañez.

Según la última relación publicada por la Secretaría de Estado de Comercio, en España se celebran 95 ferias internacionales, con expositores y visitantes extranjeros; se concentran en Barcelona, Bilbao, Elche, Madrid, Málaga, Sevilla, Silleda (Pontevedra), Valencia, Valladolid y Zaragoza. Una de las estrategias para atraerlas es la especialización vinculada al tejido productivo local. Así lo hacen tanto BEC –que se ha enfocado en fabricación avanzada, salud, energía, ciberseguridad y tecnologías de la información–, como Fycma, centrada en innovación y economía digital, en línea con el propio posicionamiento de Málaga como hub tecnológico.

Sin embargo, solo Fira de Barcelona e Ifema Madrid organizan o coorganizan ferias en otros países. La primera cerrará 2025 habiendo orquestado 11 eventos –principalmente ediciones locales de Smart City Expo en ciudades como Nueva York, Curitiba, Kuala Lumpur o Shangái–, y liderando la gestión integral de dos recintos feriales en China. “Nos permite exportar nuestro modelo, generar oportunidades para las empresas de nuestro país y contribuir a dinamizar la economía local”, destaca Constantí Serrallonga, director general de Fira de Barcelona.

Nuevos eventos enfocados en nichos conviven con las grandes muestras tradicionales

“Ifema Madrid ha dado un impulso a su expansión internacional, pero hemos de conquistar y fortalecer nuestra promoción en mercados clave, en particular en América”, remarca su vicepresidente ejecutivo, Daniel Martínez.

Serrallonga cree que la creciente competencia internacional se combate a golpe de buenas infraestructuras y servicios, sostenibilidad y tecnología. “Hemos de avanzar hacia una sociedad más verde y digital, integrando criterios sostenibles en la organización de eventos y potenciando la digitalización como herramienta estratégica”, plantea Basañez como objetivo para BEC.

En realidad, es una meta común. El presidente de AFE comenta que todas las ferias españolas, en mayor o menor medida, están avanzando en digitalización. Desde lo más básico, como puede ser la comunicación digital, a soluciones más sofisticadas, como los eventos híbridos; la plataforma LiveConnect de Ifema Madrid –que permite al sector mantenerse conectado durante todo el año– o el gemelo digital BIM que el recinto Gran Vía de Fira Barcelona utiliza para el montaje de los expositores.

Las entidades contemplan la diversificación de su oferta como una vía para crecer, sumar nuevas fuentes de ingreso, optimizar y rentabilizar su espacios, y mejorar su posicionamiento internacional. Los dos grandes operadores la consideran una palanca de desarrollo, y en los últimos años han abierto sus instalaciones a actividades culturales, de ocio y entretenimiento.

A modo de ejemplo, Ifema Madrid organizará el Gran Premio de Fórmula 1 en 2026, y Fira de Barcelona gestiona, desde este año, el Circuit de Barcelona-Catalunya. Esta última encara la ampliación de su recinto Gran Vía y la remodelación del de Montjuïc, precisamente para acoger distintos eventos y ofrecer otros usos más allá de los feriales.

Más cortas

Las ferias tienden a durar menos, de dos a cuatro días, y a celebrarse simultáneamente cuando se trata de sectores relacionados.

A juicio de AFE, el principal reto es adaptarse a la evolución de los sectores económicos y, a la vez, reforzar las actividades paralelas –exposiciones, catas, demostraciones en vivo–. Lo que Basañez denomina festivalización de las ferias. “Han de potenciar aún más su aspecto experiencial”, insiste. Para ello, la ciudad de acogida – su conexión, su infraestructura hotelera, su oferta cultural y gastronómica– resulta clave.

Para Serrallonga, se trata de una relación de sinergias en la que ambas partes se retroalimentan y benefician. “Trabajamos con una propuesta de valor conjunta con la ciudad”, coincide Nacho Román, director general de Fycma. “El visitante busca una eficiencia profesional, pero también valora la calidad del entorno y la posibilidad de disfrutar el destino; ciudades con reputación internacional, seguras y estables, que aporten valor añadido”, resume Martínez.

Un buen momento

Mayor actividad. En 2024 se celebraron en España 445 ferias y congresos con exposición (frente a los 433 de 2023), según datos de la Asociación de Ferias Españolas (AFE); contaron con 60.105 expositores (un 8,8 % más que el año anterior), ocuparon 3,98 millones de metros cuadrados (un 8,5% más) y recibieron 7,6 millones de visitantes (un 1,7% más). La previsión para 2025 es superar estas cifras.


Facturación. De forma conjunta, los organizadores con recintos propios y las empresas colaboradoras facturaron hasta 880 millones de euros en 2024, de los que alrededor de 760 millones correspondieron a los primeros.


Impacto. AFE estima que la actividad ferial en España ronda los 13.000 millones de euros en términos de producción directa, indirecta e inducida); en términos de PIB supone unos 6.500 millones de euros anuales, y genera unos 123.000 empleos, entre directos e indirectos.

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