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Fiscalidad

Las subidas de impuestos vuelven a amenazar al turismo

Alemania ingresa 1.029 euros por turista extranjero porque cobra más impuestos y atrae visitantes con mayor gasto. España se queda en 779 euros.

 IVA al turismo en la Unión Europea
Belén Trincado

Cuando Mariano Rajoy inició su primera legislatura, el IVA que se aplica las actividades turísticas (hoteles, restaurantes y bares) era de un 7% y había intención de bajarlo al 4%. No se hizo y al final de ese período, el gravamen se situó en el 10%. Y en el inicio de la segunda legislatura vuelven a arreciar las voces que sugieren que podría incrementarse hasta el 21%. En su último informe sobre la economía española, el FMI recomendaba al Ejecutivo español un ajuste anual de 5.000 millones de euros y que este debía estar centrado en los impuestos y especialmente en el IVA, donde considera que hay margen para incrementar tipos y pasar bienes que ahora están con gravámenes reducidos, como el turismo, al tipo general del 21%.

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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, negó ayer que vaya a seguir las recomendaciones para subir impuestos que establece el FMI y menos el IVA. De hecho, el IVA y los hidrocarburos, muy ligados al consumo, son los dos únicos tributos que no se ha atrevido a tocar el Ejecutivo para no frenar una demanda interna que está sosteniendo el crecimiento de la economía española. Pero, ¿cuáles son las razones que llevan ahora al FMI y antes a la Comisión Europea a reclamar que se suba el IVA y más en concreto el tipo del 10% que se aplica al turismo?

Una comparación de los gravámenes que se aplican en los 28 países de la Unión Europea revelan como el IVA que grava a los hoteles en España se sitúa por encima de la media de la UE, en el undécimo puesto de veintiocho. Los tipos que aplican países competidores como Italia y Francia son iguales, el de Alemania es inferior (7%) y el de Reino Unido dobla al de España (20%). En este apartado no hay mucho margen. Dónde sí lo hay es en bares y restaurantes, en el que el tipo del 10% aparece muy por debajo de la media, en el puesto 20 de 28. Francia e Italia tienen tipos iguales, mientras que Reino Unido y Alemania los tienen mucho más elevados, con un 20% y un 19%, respectivamente. Otros diez países europeos gravan con tipos más altos a la restauración y a la hostelería, con Hungría al frente (un 27%), seguida por Dinamarca y Suecia (25%). El cuarto puesto lo ocupa Grecia, un competidor de España por turistas de sol y playa, con un gravamen del 24%, impuesto por la Comisión Europea y el FMI como contraprestación por las ayudas que está recibiendo al ser rescatada.

Unos tipos más altos de IVA pueden generar dos escenarios distintos, como ha sucedido en Alemania y Portugal. En el primero, Alemania recibe 34 millones de viajeros y recauda cerca de 35.000 millones de euros, lo que supone una media de 1.029 euros por turista. Un porcentaje muy por encima de España, que recibe 68 millones de viajeros e ingresa 53.000 millones, con una media de 779 euros por turista. En el otro lado se sitúa Portugal, que aprobó en 2012 una subida del IVA que gravaba a bares y restaurantes del 13% al 23%. Un incremento que se revirtió parcialmente el pasado 1 de julio y que según el Ejecutivo luso ha provocado la desaparición de 4.000 empresas y la pérdida de 20.000 empleos.

Pese al rechazo del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a una nueva subida del IVA turístico, los empresarios españoles no las tienen todas consigo a tenor de la experiencia vivida con el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Cuando ganó las elecciones en 2011 prometió bajarlo al 4% y posteriormente lo subió al 8% y finalmente al 10%. Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), considera que la decisión puede ser contraproducente para un sector que se ha convertido en uno de los motores de actividad y empleo en España, más aún cuando los mercados competidores (Turquía, Egipto y Túnez) preparan fuertes bajadas de impuestos y precios para recuperar la cuota de mercado perdida en los últimos tres ejercicios. “El presidente del touroperador TUI ya anunció la pasada semana fuertes rebajas de precio en esos países, especialmente en Turquía”, precisa Molas. Desde Exceltur se hace una valoración similar y se recuerda el impacto que tuvo la subida de 2012, en el que el tipo que grava el turismo se elevó del 8% al 10%. “Provocó la destrucción de 19.000 empleos, una caída de la facturación de 2.000 millones de euros y pérdidas de 100 millones a los empresarios que vendieron paquetes con tipos de IVA inferiores”.

El récord de viajeros aplaza la decisión

España cerrará este año con un récord histórico de 74 millones de viajeros extranjeros, seis millones más que el pasado ejercicio y cerca de Francia, que ocupa el segundo lugar de la clasificación mundial que elabora la Organización Mundial de Turismo.

En la consecución de este hito ha tenido un peso fundamental la concatenación de circunstancias adversas en destinos competidores, cuyos viajeros han escogido mayoritariamente España como destino de sus vacaciones. El primero fue Túnez a principios de 2011 coincidiendo con la eclosión de la primavera árabe y luego le siguió Egipto. Posteriormente, Grecia se vio afectada por las subidas tributarias impuestas por el FMI y la crisis de refugiados. Por último, la proliferación de atentados terroristas en Turquía y posteriormente en París, el gran núcleo turístico de Francia, provocó un ajuste sin precedentes en la llegada de turistas. Ninguno de ellos ha dado muestras de recuperación.

Por si fuera poco, la salida del Reino Unido de la UE no ha tenido el efecto negativo esperado, si no más bien el contrario. La llegada de turistas británicos crece por encima del 10% desde julio y los asientos en vuelos reservados crecen en el entorno del 20% para el último mes de este año y el primero de 2017.

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