La banca adelgaza costes reduciendo red y plantilla
La banca afronta un recorte adicional del 20% AFI apunta a los excesos que restan del ‘boom’, como por los tipos bajos y la digitalización
En apenas una década, y con una crisis financiera sin precedentes de por medio, la banca española asiste a una revolución del modelo de negocio que exige un viraje de 180% en su estrategia comercial. En los tiempos de la burbuja inmobiliaria, el sector apostó por una expansión geográfica masiva apoyada en la apertura de nuevas oficinas allá donde financiaba una nueva promoción inmobiliaria, por lejana que estuviera de su ámbito geográfico de actuación natural.
Ahora que la demanda de los consumidores abre la puerta a una auténtica revolución digital del negocio, un gigante como BBVA avanzaba que terminará reduciendo su red de oficinas a apenas un tercio del total y que podría operar con solo un millar de sucursales. Una dieta a largo plazo, en todo caso, a la que precederá de forma inmediata una nueva purga detonada por la presión que ejercen sobre los márgenes los tipos cero y la debilidad general del negocio. Un ajuste adicional que rondaría el 20% de la red y la plantilla actual.
Y eso, que el recorte ya realizado hasta la fecha no ha sido menor. El punto álgido de la red de oficinas de la banca española se alcanzó en septiembre de 2008, coincidiendo con la caída de Lehman Brothers, que marcó el arranque de la crisis. El sector contaba entonces con un total de 46.118 sucursales por todo el país, según los datos registrados por el Banco de España. Desde entonces, la banca ha recortado 15.000 oficinas, un 32% del total, lo que le deja con apenas 31.000 sucursales, la cifra más baja desde 1983.
Del lado del empleo, el ajuste ha sido igualmente profundo. De los 278.300 empleados con los que contaban bancos y cajas de ahorro en 2008, el sector apenas conserva 194.700 trabajadores, un 30% menos. Un volumen que muestra su especial relevancia en la comparativa internacional. Según los cálculos de Bloomberg, a lo largo de la crisis el sector financiero internacional ha prescindido de un total de 600.000 empleados. Es decir, que solo la banca española, que con 83.600 trabajadores menos desde 2008, es responsable del 14% de todos los empleos destruidos por la industria financiera global en la crisis.
Pero entidades y expertos coinciden en que el ajuste no es suficiente. “Con los tipos de interés que tenemos la necesidad es ya de sostener no de incrementar la rentabilidad, porque los resultados van a seguir a la baja y hay que buscar alternativas. Esas alternativas pasan por un nuevo proceso de cierre de oficinas y reducción de plantilla”, expone Esteban Sánchez, responsable del área de banca y seguros de Analistas Financieros Internacionales (Afi). “Probablemente porque no hemos depurado aún ese exceso de capacidad” de los años del boom, avanza, a la vez que apunta que “a este asunto se le suma otro tema, que es la transformación digital del modelo de negocio”.
Así, de un lado, “no es descabellado pensar que lo que queda por purgar de los años de exceso es un 15% o un 20% adicional de red y plantilla desde los niveles actuales, aunque hay que decir que sin los tipos bajos se habría hecho de forma más pausada”, reflexiona Sánchez.
Su estimación casa con las cifras que ofrecen diversas voces del sector financiero aunque supera ligeramente la presentada recientemente por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que apuntaba que de aquí a 2019 la banca deberá prescindir aún de cerca de 3.000 oficinas y 14.000 empleados.
- Ajuste a dos velocidades
“A los consejos de administración les suelo advertir que los tipos bajos son una situación transitoria, los tendremos en esos niveles dos o tres años, pero lo que viene para quedarse es la revolución digital”, advierte el experto en banca de Afi, que asume que “vamos a un modelo bancario totalmente diferente”. El ajuste asociado a este proceso, sin embargo, es mucho más difícil de prever y cuantificar. En este sentido, explica Sánchez, encontramos una “transformación a dos velocidades”.
De un lado, señala que la gran banca está apostando con fuerza por un negocio digital, con capacidad y decisión de adaptar su red al nuevo modelo. De otro, apunta a las entidades de menor tamaño, que se ven forzadas a abrazar la banca online como la tabla de salvación que puede suponer un negocio telemático con menores costes fijos. El peligro, indica, es que la incapacidad de las firmas de menor tamaño para acometer grandes inversiones que les permitan subirse al carro de la tecnología podría hacerles llegar demasiado tarde a un modelo verdaderamente digital y ágil.
Coincide con este análisis Mario Yañez, responsable del desarrollo de soluciones de banca de Tecnocom, quien apunta que aunque toda la banca española está estudiando desarrollos de negocio online a gran escala, apenas “un 50% del sector está realmente trabajando ahora mismo en ello”. Desde Tecnocom, que ofrece soluciones digitales para el grueso de la banca española, apuntan a que gran parte del problema parte de las “viejas arquitecturas” organizativas de muchas entidades financieras, con un exceso de burocracia interna que no puede competir con la agilidad de las pujantes fintech.
- El empuje de las ‘fintech’
Estas empresas, las nuevas firmas de servicios financieros basadas en soluciones tecnológicas son otro de los desafíos que afronta el sector financiero. La banca tradicional ya asume que este segmento empresarial emergente terminará comiéndose el 23% de su negocio, según un reciente informe de PwC.
De momento, esta confluencia de factores, entre la herencia de la crisis, la presión de los tipos cero sobre los márgenes o el avance de los nuevos canales digitales, sin olvidar nunca la carga que supone la creciente regulación financiera, ya han desatado una nueva ronda de ajustes en el sector financiero español.
El caso más paradigmático es el de Banco Santander, que ha anunciado un proceso de recorte de unos 1.670 empleos y el cierre de 450 oficinas de entre las de menor tamaño de su red, que suma 3.467 sucursales. Pero no es el único, CaixaBank avanzó el viernes que prejubilará a unos 500 empleados este año. EspañaDuero, la nueva denominación de Banco Ceiss tras su integración total en el grupo Unicaja, ha comunicado a su vez que piensa prescindir de unos 1.120 trabajadores, un tercio del total.
Desde el sector se da por hecho que estos son solo las primeras señales de la dieta a la que se someterá todo el sector para apuntalar sus resultados mediante un recorte de costes que también le debe permitir terminar de enfocar el camino hacia la nueva transformación de su modelo de negocio.
Los sueldos del banquero, otra palanca de ahorro
Los recortes de empleo no son la única vía que utiliza la banca para sellar ahorros de costes por la vía laboral. En paralelo, el sector viene conjugando eventuales reducciones o congelaciones salariales para reducir costes. Un elemento clave para acometer este ajuste de forma global son los nuevos convenios colectivos de bancos y cajas que el sector está negociando en estos momentos. De hecho, la pretensión patronal de acabar con determinados complementos salariales, como los trienios o los pluses por antigüedad, han sido uno de los puntos de fricción con los sindicatos que han impedido alcanzar hasta la fecha nuevos acuerdos. Otro ejemplo lo supone el pago del plus variable del ramo de las cajas de ahorro, que ha quedado en suspenso hasta la firma de un nuevo marco laboral para los próximos años. Más allá de lo que ocurra en los convenios, las escalas salariales en el sector financiero son relativamente altas en comparación con las de otras actividades, si bien estas diferencias se disparan en determinados ramos de actividad como los de banca de inversión. Así, dentro del propio sector financiero, se da una importante variación en los niveles salariales que oscilan con fuerza en función del cargo, el ramo o la región, tal y como revela la Guía del Mercado Laboral 2016, publicada esta semana por la multinacional británica Hays.
Banca comercial
En el segmento de banca comercial, el más relevante dentro del sector financiero español, el cargo mejor pagado es el de director territorial, cuyo sueldo oscila entre los 55.000 euros anuales en Sevilla y los 65.000 de Madrid y Barcelona, más un 30%_de sueldo variable. El montante de partida, en todo caso, sube en 10.000 euros anuales a partir de los cinco años de experiencia. El siguiente de la lista es el director de oficina, con unos 45.000 euros de media en Madrid, 40.000 en Bilbao o 35.000 en Sevilla, que se elevan en 10.000 euros más cuando se acumula antigüedad y suelen ir acompañados de entre un 15%_y un 30%_más de sueldo variable. Con 22.000 a 24.000 euros anuales, el gestor comercial es el puesto peor pagado del ramo.
Banca privada
En el segmento de la gestión de grandes patrimonios, los salarios ascienden considerablemente hasta alcanzar los 70.000 a 80.000 euros anuales, con 60% de sueldo variable, para los banqueros privados. Los director de banca privada, un escalón por encima, llegan a alcanzar los 110.00 euros en Madrid, con un 50% de variable, cuando adquieren cierta experiencia.
Banca de inversión
Donde mayor dispersión de sueldos puede encontrarse es entre los profesionales de banca de inversión. Mientras que un director de inversiones cobra unos 90.000 euros en la capital española, con un 30%_de variable, un director de reestructuración llega a apercibir 150.000 euros, con un 70% de variable, pero a su alrededor los gestores de back office (actividades de apoyo) apenas perciben unos 20.000 euros con un 10% de variable en ciudades como Bilbao, Sevilla o Valencia.
Fusiones y adquisiciones
Los analistas de fusiones y adquisiciones, en el argot M&A (siglas de Mergers and Acquisitions), perciben por su trabajo unos 40.000 euros anuales en Madrid más un 30%_de descuento. En el caso de los directores de estos departamentos, la cifra asciende hasta los 120.000 euros y el sueldo variable puede llegar a sumar un 150% adicional.
Riesgos y consumo
Los directores de riesgos cobran unos 90.000 euros anuales de media, con un 35% de variable, mientras que del lado de banca de consumo, los profesionales del recobro perciben unos 22.000 al año y un variable del 10%.
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