Windows 10 no permitirá sincronizar las apps y la pantalla de inicio entre el PC y el móvil
Desde principios de año venimos hablando de todas y cada una de las novedades con las que llegará el nuevo sistema operativo de Microsoft, Windows 10, y las que muchas de ellas están esperando algunos usuarios desde hace tiempo, que serán una realidad a partir del próximo 29 de julio.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y según hemos sabido por nuestros compañeros de SoftZone, una de las funciones que es de gran utilidad para los usuarios de Windows 8 y Windows 8.1 como es la de poder tener el mismo diseño de pantalla de inicio en todos los dispositivos para que desde cada terminal el usuario disponga de la misma imagen, parece que no estará disponible una vez que se actualicen a Windows 10.
Además de esta función, la llegada de Windows 10 también hará que las aplicaciones que se descarguen en un dispositivo no lo hagan en el resto de terminales. Sin duda, dos funcionalidades que a pesar de ser del agrado de los actuales usuarios de Windows 8 y Windows 8.1 desaparecerán. Algo que quizás esté provocado por la necesidad de adaptar ambas funciones a los distintos tamaños entre dispositivos que podrán ejecutar Windows 10 y que por lo tanto podría resultar un auténtico desbarajuste.
Por lo tanto, parece que Microsoft no habría tenido tiempo para solucionar esto o podría haber decidido no incorporar estas funciones y así evitaría este tipo de problemas a la hora de la sincronización entre dispositivos.
Lo cierto es que no se le puede quitar razón a Microsoft cuando nos referimos a la complejidad de sincronizar los fondos de pantalla entre dispositivos con diferentes tamaños, algo por lo que ha optado directamente por prescindir de ello, pero sin embargo no se entiende muy bien que con la nueva versión de Windows no sea posible descargar de forma automática las aplicaciones en todos los dispositivos. Algo que provocará que los usuarios tengan que descargar las aplicaciones en cada uno de sus terminales manualmente.
A pesar de los intentos de un portavoz de Microsoft por explicar los motivos de esta decisión, basándose en la idea de que en Windows 10 los clientes podrán crear diseños de pantallas de inicio para cada dispositivo en función del tamaño de su pantalla y tener cada una de las aplicaciones necesarias para cada dispositivo de manera independiente, haciendo ver que se trata más de un beneficio que otra cosa, lo cierto es que finalmente serán los propios usuarios quienes decidan si es esto es así o no.
Una decisión que podría perjudicar a la propia compañía, que por otra parte podría haber decidido por dar a elegir a los usuarios si quieren tener las mismas aplicaciones en todos los dispositivos o no.