Mirar a oscuras la pantalla del tablet o del smartphone provoca insomnio crónico
No es raro que mucha gente, después de dar alguna que otra vuelta en la cama no sea capaz de dormirse y eche mano del tablet o del móvil para entretenerse hasta que venga el sueño. Ese aparente inocuo gesto es, precisamente, lo que estaría provocando la generación de un problema de insomnio crónico que, especialmente, afecta a los adolescentes.
Los doctores noruegos Mari Hysing, Ståle Pallesen, Kjell Morten Stormark, Reidar Jakobsen, Astri J Lundervold y Børge Sivertsen han realizado un estudio que les ha llevado dos años y casi 10.000 pacientes consultados para determinar si el uso de las nuevas tecnologías cuando nos vamos a la cama tiene efectos más profundos que el típico "desvelo" que nos produce entretenernos con algo.
La investigación publicada en el BMJ Open, llevó la cuenta tanto de las horas que los jóvenes se pasaban ante las pantallas de sus tablets y smartphones al día, centrándose sobre todo en su uso tras irse a la cama, junto con sus patrones de sueño. El resultado, según los investigadores, es que hay una relación directa entre el uso de la tecnología y el riesgo de padecer insomnio.
"Casi todos los adolescentes consultados utilizan uno o más dispositivos electrónicos durante la hora siguiente a acostarse. El uso intensivo de estos dispositivos se asoció significativa y positivamente con el aumento del tiempo SOL (Sleep onset latency)". Es decir, de lo que tardamos en quedarnos dormidos realmente. Por otra parte, los científicos indicaron que la situación contraria se establecía si se invertían los factores, es decir, un menor uso de móviles y tablets.
Según parece, esto confirma la teoría que ya se había pronunciado ante el problema de las pantallas LCD, y sobre todo las LED. En ellas, la luz azul, uno de los espectros que emiten, interferiría directamente con la producción de melatonina, la llamada "hormona del sueño", que es necesaria y debe generarse a la hora de dormir.
Por otra parte, los investigadores noruegos también apuntaron a que existen otros factores secundarios que inciden en la falta de sueño y que, además, tienen también que ver con la tecnología. El primero es uno de esos temas que vuelve cada cierto tiempo a la palestra, y son las interferencias con el cerebro por las ondas electromagnéticas que emiten estos aparatos junto con los problemas musculares que provoca el uso de la tecnología, que hace poco se alertaba que podría incluso causar graves problemas cervicales.
¿Qué se puede hacer para evitarlo?
Lo primero, es evitar utilizar los terminales móviles o los tablets en entornos con poca luz, y menos con un brillo pronunciado. Es común entre las parejas que una se quede dormida mientras la otra, gracias a la tecnología, puede ver un capítulo de su serie favorita en la cama o echarse una "penúltima" partida al Candy Crush antes de dormir.
Otra de la actividades que suele ser muy habitual es la de leer un poco antes de dormir. En ese caso, hay que evitar las pantallas digitales, siendo sólo aceptables aquellas de tinta electrónica como las de los Kindle y otros ebooks. O mejor, siempre se puede acudir a un libro normal y corriente para esa ocasión.
Por otra parte, si es necesario, siempre hay que tener el brillo de la pantalla a un nivel adecuado con la iluminación de la sala. Curiosamente, es inversamente proporcional, es decir, a menor luz nos hace falta menos brillo en la pantalla para verlo mejor.