Los fondos cotizados se convierten en la puerta de entrada a la Bolsa
Son eficientes, son flexibles, son muy transparentes y, sobre todo, son extremadamente líquidos. Los fondos cotizados (más conocidos por sus siglas en inglés, equity trade funds, ETF) se están convirtiendo en uno de los productos más demandados por parte de los inversores.
Estos vehículos son un híbrido entre fondos y acciones. Su funcionamiento se basa en tratar de replicar un determinado índice bursátil (como el Ibex 35 o el S&P 500), con la mayor exactitud. A diferencia de las participaciones de los fondos tradicionales, que solamente se pueden reembolsar a su valor liquidativo, que se calcula tras el cierre de cada sesión, los ETF se compran y venden en Bolsa en tiempo real, lo que les confiere una gran agilidad. Sus ventajas han hecho que cada vez haya más inversores institucionales que utilicen esta vía para tener acceso a nuevos mercados con la máxima facilidad.
España no es ajena a esta tendencia. Entre enero y septiembre de 2014, el volumen de ETF negociado en la Bolsa de Madrid ascendió a 7.067 millones de euros, lo que supone un incremento del 183% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de BME. En estos nueve meses se realizaron un 76.500 operaciones, un 63% más.
“El crecimiento de la industria de ETF en España ha sido muy importante en los últimos años y esta tendencia está consolidándose”, explica Iván Pascual, jefe de ventas de iShares Iberia (la plataforma de venta de ETF de la gestora BlackRock).
En cuanto al tipo de usuarios, Iván Pascual explica que además de los fondos de inversión y de pensiones, cada vez hacen más uso de este tipo de productos “aseguradoras, bancos privados, asesores financieros, ‘family offices’ y gestores de Sicav”.
Para los administradores de fondos radicados en España, el uso de ETF es una vía muy sencilla para invertir en una determinada región –y así diversificar la cartera–, o para posicionarse en un determinado sector. También empiezan a utilizarse para fijar el núcleo de la cartera (referenciando un 60% al Ibex 35, por ejemplo) y tener libertad para gestionar el resto con selección directa de acciones. De los ETF cotizados en Madrid, los que están referenciados a índices europeos (salvo el Ibex) suman 15.600 millones de euros de patrimonio, y los que invierten en países emergentes tienen otros 8.160 millones de euros.
Los líderes del sector
En el caso de BlackRock, su plataforma de ETF, gestionaba en España 4.700 millones de euros, en junio, lo que representa el 41% de sus fondos, según datos de Inverco. Otros de los grandes jugadores de este mercado son Amundi, Lyxor (de Société Générale), BBVA AM y Deutsche Bank AM.
Cesar Muro, especialista en gestión pasiva de esta última gestora explica que “el continuo aumento del patrimonio gestionado en ETF ha llevado a un fuerte aumento de la liquidez de éstos al participar muchos más inversores en su negociación. Así se ha mejorado la liquidez y se han reducido los costes de contratación”.
El uso de ETF es de doble sentido. Los gestores españoles los utilizan para posicionarse en determinados mercados, mientras que los extranjeros aprovechan esta figura para acceder a la Bolsa española. En septiembre, los fondos cotizados referenciados al Ibex 35 sumaron un patrimonio de 2.108 millones de euros, según Morningstar, un 38% más que el dato registrado en enero.