El Samsung Galaxy S26 volverá utilizará procesadores Exynos, ¿acierto o error?
La compañía coreana, definitivamente, podría decantarse por el uso de estos componentes junto a los Snapdragon de Qualcomm.


La estrategia de Samsung para su próxima generación de smartphones de gama alta puede ser un momento importante para la firma coreana. Según datos que se han conocido, la compañía coreana retomará su clásica dualidad en el uso de procesadores con los Galaxy S26. La elección será, por lo que parece, la siguiente: el Exynos 2600 y el Snapdragon 8 Elite Gen 2 se repartirán por regiones -mientras que la variante Ultra apostará en exclusiva por Qualcomm-.
Esta es una decisión que, más allá de las especificaciones técnicas, podría definir el futuro de la división que fabrican los procesadores Exynos logren un nuevo impulso y, a la vez, la marca pondría en juego su reputación en la carrera por la supremacía del mercado de los dispositivos móviles, algo que no es precisamente menor.
Exynos vs Snapdragon: la dualidad regresa con el Samsung Galaxy S26
Tras las dudas que generó el Exynos 2500, parece que Samsung no se rinde con sus procesadores de fabricación propia. El Exynos 2600, desarrollado bajo un proceso de dos nanómetros, apunta a ser el corazón de los Galaxy S26 y S26 Plus en mercados como Europa, según confirman analistas de la industria. Sin embargo, hay una pregunta que se mantiene: ¿podrá esta vez la división de semiconductores de Samsung competir con Qualcomm y TSMC?

El contexto es clave. En 2024, la parte de Samsung destinada a la fabricación de procesadores atravesó no tuvo su mejor momento. Los problemas para estabilizar su tecnología de tres nanómetros retrasaron proyectos -y, por extensión, se generaron pérdidas-. Aun así, la compañía aceleró el desarrollo de los 2 nm para lanzar el Exynos 2600 a tiempo. Un movimiento arriesgado, pero necesario si querían evitar otro año de dependencia total de Qualcomm. Y, por lo que se ve, lo ha conseguido, lo que son muy buenas noticias.
Galaxy S26 Ultra: la excepción
El Samsung Galaxy S26 Ultra no usará Exynos en ningún mercado, lo que no deja de ser algo curioso. Según documentos filtrados, la compañía coreana priorizará el Snapdragon 8 Elite Gen 2 en su terminal más potente, replicando la estrategia del S24 Ultra. La razón es clara: garantizar una experiencia homogénea a nivel global y evitar comparativas incómodas.
La importancia de esta decisión más allá de los números
A continuación, mostramos los dos escenarios posibles que se pueden dar por el posible movimiento de Samsung en lo que tiene que ver con el procesador que utilizará su nueva generación de teléfonos de gama alta:
- El Exynos 2600 triunfa: los Galaxy S26 con este chip igualan en rendimiento y autonomía a los Snapdragon. Resultado: Samsung recupera credibilidad, reduce costes al no depender de Qualcomm, y su fundición se posiciona como alternativa real a TSMC.
- El Exynos 2600 fracasa: las críticas se disparan, las ventas caen en sus mercados clave (como Europa), y Samsung se ve obligada a replantearse toda su estrategia de chips.

El segundo escenario sería muy problemático. No solo por el dinero perdido, sino porque reforzaría la idea de que Samsung Foundry no puede competir en la élite de la fabricación de semiconductores. Por lo tanto, estamos ante un escenario muy importante -habría que decir que clave- de cara al futuro de la firma asiática
El lanzamiento del Samsung Galaxy S26 marcará un antes y un después para la compañía si todo lo indicado se confirma. Mientras tanto, los usuarios deberán estar atentos. Porque, en el fondo, esta batalla de nanómetros y benchmarks se traduce en algo tangible: cuántas horas dura nuestra batería, si el móvil se calienta al grabar vídeos, o si podemos jugar a Genshin Impact con los gráficos al máximo.