Los mandos para la tele por infrarrojos son el pasado, es momento de evolucionar
Su uso, en muchas ocasiones, deja bastante que deseas, por lo que se debe buscar una evolución para mejorar efectividad y eficiencia.


Durante décadas, los mandos a distancia por infrarrojos han sido el estándar para controlar televisores. Desde los modelos más antiguos hasta los más recientes, la mayoría sigue confiando en esta tecnología. Pero, quizá, ha llegado el momento de dejar esta opción y apostar por alternativas más modernas, eficientes y versátiles.
¿Qué son los infrarrojos y por qué se popularizaron?
La tecnología de infrarrojos (IR) comenzó a utilizarse en mandos a distancia en los años 70, sustituyendo sistemas anteriores como los controles por cable, luz visible o ultrasonidos. Su éxito se debió a varias razones que son importantes conocer:
- Fiabilidad: los infrarrojos no se veían afectados por interferencias de luz visible o sonido.
- Alcance razonable: funcionaban bien en la mayoría de los salones sin necesidad de apuntar directamente al televisor.
- Capacidad de rebote: la señal podía reflejarse en paredes y seguir siendo efectiva.
- Coste bajo: los transistores eran cada vez más baratos, lo que permitió incluir electrónica avanzada en dispositivos cotidianos como los mandos.

Gracias a estas ventajas, los infrarrojos se convirtieron en la solución ideal para controlar televisores, reproductores de vídeo y otros dispositivos domésticos.
Las limitaciones del mando por infrarrojos en pleno 2025
Aunque los infrarrojos fueron revolucionarios en su momento, hoy en día presentan varios inconvenientes que afectan a la experiencia del usuario y que, por este motivo, es necesario acometer una evolución en los mandos. Los más importantes son los siguientes:
- Requieren línea de visión: si hay obstáculos entre el mando y el receptor, la señal no llega.
- No hay comunicación bidireccional: el mando no sabe si el televisor ha recibido la orden, lo que genera incertidumbre.
- Interferencias entre dispositivos: si tienes dos televisores de la misma marca en habitaciones contiguas, es posible que ambos respondan al mismo mando.
- Acumulación de mandos: cada dispositivo tiene su propio control, lo que obliga a usar mandos universales que requieren configuración manual.

Además, en entornos más complejos, como sistemas de cine en casa o instalaciones con varios dispositivos, los infrarrojos se quedan cortos. Aún se venden emisores IR por WiFi para controlar aparatos desde otras habitaciones, pero son soluciones poco elegantes y propensas a fallos.
Las grandes alternativas: Bluetooth, WiFi y RF
La buena noticia es que existen tecnologías mucho más avanzadas que los infrarrojos, y muchas ya están presentes en nuestros hogares y que, a poco que se evolucionen y se incluyan en los mandos de forma masiva (especialmente para rebajar precios), son unas buenas posibilidad como sustituto de los modelos con IR. Esto es lo que mejor que ofrece cada una de ellas:
- Bluetooth: permite comunicación sin línea de visión, con bajo consumo energético y posibilidad de emparejamiento entre dispositivos. Es ideal para mandos inteligentes, auriculares, consolas y más.
- WiFi Direct: ofrece gran alcance y velocidad, perfecto para dispositivos conectados como televisores inteligentes y altavoces.
- Radiofrecuencia (RF): utilizada en mandos de consolas, sistemas de sonido y algunos dispositivos domóticos. No requiere apuntar al receptor y tiene mayor alcance que el IR.
Estos sistemas permiten actualizaciones de firmware, comunicación bidireccional y una experiencia mucho más fluida. Por ejemplo, el control del Apple TV 4K ofrecen funcionalidades que los mandos IR simplemente no pueden igualar.

¿Por qué los fabricantes siguen apostando por los infrarrojos?
La respuesta es sencilla: el coste. Los infrarrojos son baratos, fáciles de implementar y están bien documentados. Para los fabricantes, incluir IR como opción básica sigue siendo rentable, especialmente en modelos de gama baja. Sin embargo, los televisores de gama media y alta ya incorporan tecnologías más modernas -en muchos casos, el IR queda como sistema de respaldo, mientras que el control principal se realiza por Bluetooth o RF
¿Es hora de realizar una cambio?
No se trata de demonizar los infrarrojos, sino de reconocer que han quedado obsoletos frente a las necesidades actuales. En un momento donde todo está conectado, donde buscamos comodidad, rapidez y personalización, los mandos IR simplemente no están a la altura.
Lo ideal sería que incluso los modelos más económicos incluyeran tecnologías como Bluetooth o RF como estándar, dejando el IR como opción secundaria. Así, podríamos disfrutar de una experiencia más completa, sin necesidad de apuntar, sin interferencias y con menos mandos sobre la mesa.

