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SpaceX acelera en su nueva plataforma de lanzamiento para la misión Artemis

Esta es la conocida como Kennedy y permitirá el lanzamiento de la nueva versión de su Starship, que todo apunta que será el encargado de llevar de nuevo a la raza humana a la Luna.

Lanzamiento de la nave Starship de SpaceX
Iván Martín Barbero

SpaceX no quiere complicaciones, y está avanzando de forma muy significativa en su plan para conquistar el espacio. La compañía de Elon Musk lleva cuatro años trabajando en una infraestructura gigantesca en el Centro Espacial Kennedy, en Florida -la inversión ronda los 1.800 millones de dólares, unos 1.700 millones de euros-. Este proyecto es la clave para aumentar la frecuencia de lanzamientos y preparar el camino hacia la Luna y, más adelante, Marte.

Hasta ahora, todos los vuelos de prueba del sistema Starship -11 en total- se han realizado desde Starbase, en Texas. Pero eso está a punto de cambiar. Con la llegada al histórico complejo LC-39A en Florida, SpaceX podrá diversificar sus operaciones y aprovechar ventajas muy importantes: acceso a la infraestructura de la NASA y trayectorias sobre el océano, algo esencial para misiones tripuladas y viajes lunares. El objetivo es ambicioso: llegar a 40 lanzamientos al año desde Kennedy, casi uno por semana. Algo que parecía ciencia ficción hace poco tiempo.

Un proyecto vital para SpaceX

El corazón del proyecto es el montaje de lanzamiento en LC-39A, diseñado para soportar los 17 millones de libras de empuje que generan los 33 motores Raptor del propulsor Super Heavy. Esto significa que la nueva plataforma tiene que resistir un calor y una presión brutales durante el despegue. Pero la plataforma es solo el principio. El plan incluye una torre de lanzamiento con los famosos brazos chopstick para atrapar el propulsor cuando regrese; un sistema de diluvio de agua para reducir el impacto térmico y acústico; una trinchera de llamas bajo el montaje; mejoras en carreteras y edificios para albergar el Super Heavy y la nave superior; y. también, instalaciones de reacondicionamiento y mucho más.

Además, SpaceX está levantando el Gigabay, un edificio de 116 metros de altura que servirá para integrar y preparar los vehículos Starship y Super Heavy. Este gigante contará con 24 estaciones de trabajo y grúas capaces de levantar hasta 400 toneladas, superando con creces lo que tienen en Texas. La construcción de este complejo y todo lo que lo rodea se alargará hasta agosto de 2026, pero SpaceX no piensa esperar tanto para empezar a lanzar desde Florida. La idea es trasladar componentes desde Texas por mar y comenzar operaciones cuanto antes.

Vane Starship de SpaceX ensamblada

El futuro de la compañía de Elon Musk

El próximo gran paso será el vuelo número 12 de Starship, previsto para principios de 2026, con la tercera versión del cohete. Esta será más alta, más potente y con mejoras clave en diseño y rendimiento -pensadas para misiones de larga duración-. Y no es solo cuestión de récords: el despliegue en Kennedy consolidará a Florida como el epicentro mundial de la exploración espacial.

Y todo esto tiene un objetivo cercano: que Starship de SpaceX apoye de la firma esperada el programa Artemis de la NASA para llevar astronautas a la Luna, transportar carga y tripulación a Marte -y, de paso, reducir drásticamente los costes de acceso al espacio-. Y esto es básico: se estima que el precio por kilo en órbita baja podría bajar a entre 250 y 600 dólares (230-550 euros), frente a los 1.400 dólares (1.280 euros) del Falcon Heavy.

Por supuesto, el proyecto tiene retos importantes. La FAA y la NASA deben aprobar la evaluación de impacto ambiental, que analiza desde el ruido hasta las restricciones en zonas protegidas como Playalinda Beach, que podría cerrarse hasta 60 días al año. También hay que garantizar la seguridad en operaciones tan frecuentes, integrando sistemas que permitan lanzamientos y aterrizajes sin interferir demasiado en el tráfico aéreo y marítimo.

Elon Musk

La visión de SpaceX para Starship es clara: reutilización rápida y completa. Tanto el propulsor como la nave superior están diseñados para volver al punto de lanzamiento, reacondicionar y volar de nuevo en cuestión de días. Y esto supone apuestas importantes, como que la compañía está produciendo miles de azulejos del escudo térmico en Florida: ahora fabrican unos 1.000 al día, pero quieren llegar a 7.000. Todo esto apunta a una cadencia de lanzamientos nunca vista en la historia de la exploración espacial.

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