ChatGPT evoluciona: ahora es un agente de IA que hace el trabajo por ti
Con esta función se busca hacer la vida más sencilla a los usuarios, especialmente cuando realizan tareas online.


Hasta ahora, cuando hablábamos de ChatGPT, lo hacíamos refiriéndonos a un asistente conversacional, una herramienta diseñada para facilitar tareas a través del lenguaje natural: responder preguntas, redactar textos, ofrecer recomendaciones o ayudarnos a razonar ideas. Sin embargo, esa visión ya forma parte del pasado como te vamos a explicar.
En OpenAI creen que ha llegado el momento en el que la inteligencia artificial verdaderamente útil -y práctica- esté al alcance de cualquier usuario medio. La compañía ha presentado su primer agente de IA, una nueva función que transforma por completo a ChatGPT, llevándolo del rol de simple ayudante al de colaborador autónomo capaz de ejecutar tareas de principio a fin. Con este paso, el chatbot más famoso del mundo se convierte en un agente operativo, capaz de ejecutar y entregar resultados por sí mismo.
Una evolución lógica (y esperada)
Durante los últimos meses, OpenAI ha estado trabajando en una serie de herramientas que apuntaban hacia este mismo objetivo: aumentar las capacidades ejecutivas de sus modelos. Proyectos como Operator (un sistema de navegación web automatizado) o Deep Research (una función que permite generar análisis complejos a medida) no eran más que piezas sueltas de algo más grande. Ahora, todas ellas han sido unificadas en un único sistema bajo el nombre de Agente de ChatGPT: un entorno de inteligencia artificial multitarea, diseñado para resolver problemas complejos usando múltiples recursos digitales.

Aunque aún se encuentra en su primera fase de despliegue público (de hecho, algunas funciones están siendo habilitadas de forma escalonada), el potencial de este agente IA puede cambiar radicalmente la forma en que muchos usamos la tecnología en nuestro día a día.
¿Qué puede hacer el nuevo agente de ChatGPT?
Para hacerse una idea del alcance real de esta nueva IA, basta con observar una de las demostraciones presentadas. En uno de los escenarios, el usuario pidió ayuda para asistir a una boda. A partir de esa sencilla instrucción, el agente buscó opciones de alojamiento cerca del lugar del evento, consultó la previsión meteorológica, recordó al usuario que debía comprar un traje adecuado para la ocasión e incluso recomendó ideas para un regalo personalizado. Además, se encargó de gestionar y confirmar las reservas pertinentes. Y todo ello sin que el usuario tuviera que abrir ni una sola pestaña o documento adicional.
Este tipo de tareas multietapa solo eran posibles, hasta ahora, integrando varias herramientas y plataformas por separado. Ahora, todo se realiza en una única conversación con ChatGPT, de manera fluida y con ejecución autónoma.
Entre los usos más destacados de este nuevo agente se encuentran los que enumeramos a continuación:
- Automatización de tareas profesionales, como la preparación de presentaciones, informes financieros complejos, hojas de cálculo interactivas o modelos predictivos de datos.
- Planificación personal, desde la gestión de vacaciones y citas médicas hasta la organización de eventos familiares como bodas u otras celebraciones.
- Asistencia técnica, ya que el agente también puede ejecutar scripts, probar aplicaciones o realizar análisis de páginas web.
- Gestión documental, como transformar tablas capturadas en documentos editables, enviar informes de gastos o reprogramar reuniones en el calendario.

Una máquina virtual diseñada para ejecutar como un humano
Este nuevo ChatGPT no actúa simplemente como una interfaz de conversación inteligente. De hecho, su funcionamiento se apoya en un entorno completamente virtual, similar al de un ordenador. OpenAI ha creado lo que llaman un “ordenador seguro virtual” específicamente para este agente con múltiples herramientas:
- Un navegador visual, para interactuar con sitios web como tú lo harías con un ratón.
- Un lector textual, que permite extraer y analizar información de forma rápida.
- Un terminal o consola de comandos, útil para ejecutar instrucciones técnicas, manipular archivos o escribir código.
- Accesos integrados a interfaces API de servicios como Gmail, GitHub o Google Calendar.
Esta combinación permite a ChatGPT analizar, elaborar y presentar información sin necesidad de cambiar de plataforma. Por supuesto, siempre está diseñada con el usuario en mente: es posible supervisar todo el proceso en tiempo real, y se requiere confirmación expresa para acciones críticas como enviar correos, realizar compras o ejecutar scripts automatizados. En otras palabras: el humano sigue teniendo el control, aunque la IA haga la mayoría del trabajo.
Seguridad, un asunto central
El poder de esta nueva herramienta implica, obviamente, una necesidad mayor de precauciones. OpenAI ha sido especialmente escrupuloso con la forma en la que se han diseñado las medidas de protección de este sistema. Cada acción que requiera intervención en nombre del usuario -como hacer una compra, reservar un vuelo o enviar correos- necesita autorización explícita. También existe un modo de observación, donde es posible seguir en vivo el razonamiento del agente y, si es necesario, tomar el control manual. Por último, el agente rechaza tareas que implican acciones ilegales, financieras u otras que puedan representar un riesgo para personas u organizaciones.

Con este avance de OpenAI, que hace apenas unos años era simplemente una idea de las películas de ciencia ficción, la compañía consolida la posición de ChatGPT como líder en el campo de la IA generativa. Y, a la vez, inicia una nueva era: la de los agentes autónomos capaces de realizar tareas reales y útiles.

