Problemas en los MacBook Pro de 13 pulgadas con chip M2: su SSD es muy lento
El modelo afectado es el que tiene un disco interno de 256 GB
No hace mucho que Apple anunció la llegada de nuevos portátiles de su gama MacBook Pro. Estos tienen como característica principal y novedosa la inclusión de un procesador M2 de fabricación propia. Este asegura un rendimiento superior a la generación anterior, pero no es el único elemento del que depende esto. Un ejemplo son los discos de almacenamiento, y aquí se han detectado problemas importantes.
El modelo afectado es el que incluye un componente de 256 GB, que es la opción básica entre todos los MacBook Pro que se anunciaron. Es decir, que hablamos del equipo más económico, y lo que ocurre es que existe una bajada de rendimiento muy considerable si se compara con los discos que existen en los portátiles de la misma gama, pero que cuentan con un procesador M1 de Apple. Malas noticias, no hay duda, y que pueden afectar de forma decisiva a los usuarios a la hora de decidir cambiar de portátil o no.
Una bajada de rendimiento importante en los MacBook Pro
Según las pruebas que se han realizado, en las que se ha utilizado la aplicación de test sintético llamada Disk Speed (que es muy utilizada a la hora de analizar ordenadores), se han medido bajadas de velocidad que llegan al 50% en el caso de la lectura y del 30% en el de la escritura. Por lo tanto, hablamos de una reducción muy importante y que, seguro, impacta mucho en la capacidad del ordenador… El motivo es que este resulta esencial para conseguir un rendimiento de un portátil -debido a que es el encargado de enviar y guardar información con la que trabaja el procesador-.
Un ejemplo de las marcas obtenidas en la fuente de la información es que el modelo con chip M1 de los MacBook Pro llega a los 2.900 MB/s mientras que el equipo que incluye el chip más nuevo de Apple se queda en unos escasos 1.446 MB/s. La verdad es que la bajada es notable, y puede deberse a que el equipo de la generación anterior usa un par de dispositivos de almacenamiento NAND de 128 GB, mientras que el nuevo modelo tiene solo uno. Por lo tanto, el trabajo en paralelo demuestra, de nuevo, ser mucho más eficiente.
Algunas cosas que son curiosas
La primera es que lo antes mencionado únicamente afecta al MacBook Pro de 13 pulgadas con chip M2 con capacidad de 256 GB. Es decir, que los equipos que tiene un almacenamiento superior no tienen estos problemas y las velocidades de los discos internos son las esperadas y no más bajas que la generación anterior. Por lo tanto, la mejora que supone el uso del nuevo procesador de Apple se aprovecha al máximo, que es de lo que se trata. Eso sí, si deseas hacerte con este modelo, tendrás que realizar una inversión superior.
En consecuencia, debes tener presente esto que decimos si estás pensando en dar el salto a la nueva generación de los Apple MacBook pro, ya que puedes llevarte una desagradable sorpresa a la hora de utilizar el software habitual debido a que el modelo con 256 GB tiene un disco SSD que no ofrece el rendimiento que debería.