Acusan a Siri, Google y Alexa de escuchar a los usuarios cuando no deben
Apple, Google y Amazon, señaladas.
Todos, alguna vez, hemos pensado al instalar en casa uno de esos altavoces inteligentes que lo mismo las empresas responsables (Apple, Google o Amazon) tenían la tentación de escucharnos más allá del tiempo en el que nos dirigimos a ellos para conseguir información: qué tiempo va a hacer hoy, el tráfico, las noticias o tal o cual tema musical para amenizarnos el desayuno.
Pues bien, el día en el que las sospechas se han convertido en potenciales amenazas ha llegado y desde la corte de un tribunal federal de California llegan informaciones de demandas en las que acusan a las tres empresas tecnológicas de escuchar a sus usuarios más allá de lo que prometen, esto es, solo cuando el usuario se dirige a Siri, Google o Alexa para indicarle que hagan algo por ellos.
¿Nos escuchan... siempre?
Desde medios como el Washington Post recuerdan que tanto Apple, como Google y Amazon se han esforzado en los últimos años por convencernos de lo importante que es tener un asistente virtual instalado en casa y, también, llevar otro en el bolsillo del pantalón gracias a nuestros smartphones. Pues bien, ese trabajo parece haber conseguido sus frutos ya que algunas de estas tecnológicas parecen "cada vez más preocupadas de que estos dispositivos [nos] estén grabando incluso cuando se supone que no deben hacerlo".
Ahora esas sospechas se han convertido en demandas que atañen tanto a Apple como a Google y Amazon, y en las que tendrán que defenderse de acusaciones de "violación de la privacidad por parte de asistentes de voz". Y es que el problema no estaría tanto en que los asistentes tengan el micrófono abierto para saber cuándo damos la orden de comunicarnos con el ellos, sino que estos ya nos estarían escuchando mucho tiempo antes y aprovechando esa información para dirigirnos publicidad específica. Y algunos casos habrían sido demostrados por auditores cualificados.
Desde algunos colectivos de libertades civiles en EE.UU. ven en estas demandas el indicio de que "la gente se está dando cuenta de cuánta información está recopilando la tecnología de voz" y analizando posteriormente de distintos departamentos de las grandes compañías. Solo hay que recordar lo sucedido en 2019 con Alexa, cuando una investigación del Washington Post en 2019 consiguió demostrar que "Amazon guardaba una copia de todo lo que Alexa registra después de que cree que escucha su nombre, incluso si los usuarios no se dieron cuenta" y la conversación no tenía nada que ver con ella.