Seguridad básica en Internet: siete datos que no deberías compartir nunca
Debemos ser cautelosos y conscientes de lo que compartimos.
Cada día interactuamos en diferentes redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea, foros, páginas de opinión, etc., donde compartimos información sobre nosotros mismos y estamos generando nuestra propia huella digital. En gran medida, la información que otras personas encontrarán sobre nosotros es nuestra responsabilidad, por lo que debemos ser cuidadosos y comprender lo que compartimos.
Cada persona es responsable de su privacidad en línea y fuera de línea. Es posible que hayamos compartido cierto tipo de información sensible en Internet, esta información puede tener un impacto negativo en nosotros mismos o en un tercero sin darnos cuenta de las posibles repercusiones que pueda tener.
Seguridad en Internet: siete datos que no deberías compartir nunca
Desde la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) de INCIBE, nos recomiendan que antes de compartir algo en Internet, debemos pararnos a pensar si realmente no nos importa que cualquier persona pueda acceder a ello, bien ahora o en el futuro. Debemos tener claro que podemos perder el control de cualquier información que subamos a Internet, ya que, aunque lo borremos, un tercero habrá podido guardarlo y a su vez compartirlo.
Aunque cada uno es libre de hacer lo que quiera con sus datos personales, en la siguiente infografía la OSI no muestra siete tipos de datos e información que en ninguna circunstancia deberíamos compartir en Internet, ya que el riesgo para nuestra privacidad y seguridad es muy alto.
- Correo electrónico y número de teléfono: aunque suelen ser habituales las solicitudes de registro en distintas páginas, si las registramos nos expondremos a spam, phishing y otros ciberataques, que pueden ponernos a nosotros y a nuestro equipo en riesgo.
- Dirección y ubicación: por razones de privacidad y seguridad, debemos evitar proporcionar esta información. De lo contrario, proporcionaremos nuestro modelo de estado del hogar a un tercero, lo que puede ser muy peligroso.
- Fotos de menores: fotos de nuestros hijos, sobrinos, nietos..., pueden acabar en manos de personas que lo utilicen de forma totalmente ilegal.
- Fotos comprometedoras: fotos íntimas o de carácter sexual tienen un componente extra de peligrosidad ya pueden ser utilizadas contra nosotros en prácticas de chantaje, extorsión o ciberacoso.
- Documentos personales: datos de identificación como el DNI, licencia de conducir, banco, etc., son especialmente sensibles ya que podrías sufrir un robo de identidad, lo que nos coloca en una posición difícil.
- Opiniones o comentarios comprometidos: "un comentario subido de tono en la Red puede llegar a oídos de personas que pueden sentirse ofendidas o incluso atacadas", por ejemplo los audios de WhatsApp podrían volverse en tu contra.
- Conversaciones privadas: nunca publiques conversaciones con terceros sin su consentimiento, podemos acabar siendo juzgador por un delito de filtración de secretos.