Powerpaste, el nuevo combustible para las motos eléctricas de hidrógeno
Cuenta con una densidad energética diez veces mayor que una batería de litio
Desde hace años se viene trabajando para que en un futuro lo más cercano posible el mayor porcentaje de vehículos que circulen por las carreteras y ciudades de gran parte del mundo sean eléctricos. En nuestro país, ya podemos ver cómo ciertos vehículos eléctricos están comenzando a invadir las calles de las principales ciudades. Entre ellos cabe destacar los autobuses, coches, motos, bicis e incluso patinetes eléctricos. Quizás de todos ellos, las de mayor auge son las motos eléctricas.
Precisamente, para este segmento hoy llega información importante desde el Instituto Fraunhofer, ya que a través de un proyecto de investigación, han descubierto un combustible especialmente pensado para las motos eléctricas de hidrógeno. Curiosamente, el combustible es una pasta basada en hidruro de magnesio sólido que proporcionaría una manera segura de almacenar y transportar hidrógeno para recargar este tipo de vehículos eléctricos sin necesidad de grandes inversiones para construir una red de estaciones de servicio.
Más manejable que el hidrógeno y con gran densidad energética
Esta pasta, a la que han bautizado con el nombre de Powerpaste, es una masa de color gris basada en hidruro de magnesio sólido que tiene diez veces la densidad de energía que una batería y que por lo tanto, podría ser una gran solución para las motos eléctricas de hidrógeno.
Concretamente, permite el almacenamiento de esta fuente de hidrógeno a temperatura ambiente y presión atmosférica para posteriormente ser liberado bajo demanda al mezclar la pasta con agua. De esta manera, se convierte en una fuente de alimentación ideal para vehículos eléctricos de tamaño pequeño como las motos eléctricas.
Un combustible mucho más fácil de manejar y de mantener estable que el propio hidrógeno, ya que permite una sencilla manipulación y almacenamiento para su uso posterior. Y es que Powerpaste es una masa compacta no volátil capaz de aguantar sin descomponerse hasta los 250 grados y que por lo tanto, resulta fácil de transportar y almacenar.
Si a eso le añadimos que su densidad energética es diez veces la de una batería de litio, lo convierte en una gran opción para alimentar a este tipo de vehículos. Pero eso no es todo, ya que además, Powerpaste tiene otro punto a su favor, la facilidad de suministro o repostaje. Por lo tanto, no requiere de una costosa infraestructura para el repostaje, por lo que se convierte en una alternativa ideal para ampliar fácil y rápidamente la red de estaciones de servicio con el mínimo coste posible.