Facebook lleva Messenger a la realidad virtual de sus Oculus, ¿sabes cómo?
Las gafas VR se actualizarán pronto.
Facebook tiene el anhelo, reconocido por su propio fundador, Mark Zuckerberg, de conseguir en un futuro la interoperatividad completa entre todas sus plataformas, de tal forma que puedan funcionar como si fuera una sola. Y Oculus es, desde hace algunos años, una de esas patas que se ha movido de manera independiente a la del resto de plataformas de la compañía.
Ahora, los norteamericanos han anunciado que su famosa aplicación de mensajería, Messenger (valga la redundancia), va a estar disponible como una alternativa más dentro del ecosistema de realidad virtual creado alrededor de la marca Oculus, y que será compatible con algunos modelos de sus visores destinados al mercado del consumo. Será el caso de las Quest y Quest 2, estas últimas, que llegaron el año pasado.
Chatea, manda invitaciones y juega
De momento parece que este Messenger para Oculus VR no será compatible con los modelos más antiguos de la gama de gafas VR, concretamente, las Quest Go, Rift y Rift S, por lo que Facebook deja en fuera de juego a una buena cantidad de dispositivos. Aun así, el objetivo que hay detrás es el de integrar Messenger como vía de comunicación para los jugones que se den cita dentro de la plataforma de realidad virtual.
Los usuarios podrán iniciar sesión con su cuenta de Messenger, vincularla a la que tienen en Oculus (aunque desde la empresa garantizan que ambos perfiles no se mezclarán) y comenzar a escribir a nuestros contactos o responder a sus mensajes. Uno de los desafíos de este tipo de apps es cómo introduciremos el texto. Los controles de movimiento de los modelos Oculus son bastante precisos a la hora de jugar, aunque está por ver que mantengan esa eficacia cuando se trata de teclear sobre un keyboard virtual.
La app de Messenger en Oculus VR está pensada para que sea sencillo abrir y cerrar sesión en ella, sobre todo en aquellos casos en los que unas mismas gafas las utilizan más de un usuario dentro de la misma casa. Y es que no es cuestión de dejarse la sesión activa y que luego otros ojos vean lo que escribimos y con quién. Sin duda, tiene que ser toda una experiencia sumergirse en un entorno de 360º para chatear con un amigo y, despuéso, invitarle a pasar la tarde en ese cine que tienen las Oculus en el que podemos disfrutar, junto a más usuarios, de un clásico de los años 50.