Cómo saber cuál es la mejor tarjeta microSD para cada uno de tus dispositivos
Consejos para acertar siempre en la compra de estos accesorios
La oferta que existe en lo que tiene que ver con las tarjetas microSD es realmente amplia, y en ocasiones más allá del precio (siempre importante), no se tiene nada claro cuál es el modelo que mejor encaja con cada uno de los dispositivos que se tiene. Vamos a mostrar algunos detalles sencillos que se deben revisar para que la elección sea siempre adecuada.
Lo cierto es que no es lo mismo elegir un accesorio de este tipo para un smartphone, donde los requisitos de velocidad generalmente no son los más altos ya que como mucho algunas aplicaciones están en este lugar almacenadas (pero generalmente lo que se guarda en las tarjetas son imágenes y datos) que el buscar un producto que encaje con una cámara, como por ejemplo las GoPro. En este caso la tasa de transferencia al trabajar también es un elemento esencial, ya que de otra forma las grabaciones con altas resoluciones no se ejecutarán con la mejor calidad posible. Es decir, que existen variables que se tienen que conocer para acertar con la compra.
Lo esencial que se tiene que conocer en las tarjetas microSD
No vamos a entrar en detalles especialmente técnicos, pero sí en los que se deben conocer para realizar una elección adecuada para cada tipo de dispositivo. Y, por ello, vamos a explicar diferentes parámetros de las tarjetas microSD que se deben tener claros al ir de compras.
La capacidad de almacenamiento es un elemento clave en todos los casos, y aquí la explicación al respecto es muy sencilla: cuanto más se ofrezca, mucho mejor. Evidentemente no todos los modelos con mayor capacidad ofrecen un alto rendimiento, y por ello es necesario conocer la rapidez con la que trabaja cada tarjeta que hay a la venta.
La velocidad que ofrece el accesorio es fundamental, y cuando mejor sea menor es el número de pausas que se producen al trabajar (lo que es importante al, por ejemplo, grabar vídeo o ejecutar aplicaciones de forma directa). Un número es el que suele identificar la calidad, y cuanto mayor es este mucho mejor. Así, si una tarjeta es Clase 10, su tasa de transferencia será de 10 Mbps.
Pero hay algunos modelos que no utilizan esta nomenclatura, lo que hace que todo sea algo más confuso. Un ejemplo es UHS Speed Class donde, por ejemplo, U3 significa que la velocidad mínima es de 30 Mbps. Ahora existe también otra opción para comprobar la velocidad que es la que tiene la siguiente estructura: V60, donde el número corresponde la velocidad de escritura –esto se utiliza, generalmente para los modelos destinados al trabajo con vídeo por lo que es en este ámbito donde se debe dar uso-. En definitiva, cuanto mayor es la velocidad, mucho mejor.
Otras opciones a valorar al comprar una tarjeta
Existen otros factores que se deben tener muy en cuenta a la hora de elegir una tarjeta. Un ejemplo es su resistencia, en especial a las temperaturas y a factores como los Rayos X (y esto no es un tema menor, ya que esto evita problemas al montar en avión, por poner un ejemplo. Esencial que con la propia tarjeta se incluya un adaptador para SD que permita dar uso a estos accesorios con ordenadores portátiles o cámara réflex.