¿Perdido? Cuando la tecnología ayuda a encontrar desaparecidos
Organizar bien las búsquedas, clave para tener éxito.
La evolución de la tecnología está ayudando a encontrar soluciones a muchos problemas que son tan antiguos como el mundo, pero que gracias a los dispositivos móviles y a la inteligencia artificial parecen empezar a resolverse. Y ese es el caso de las personas que desaparecen en desiertos, bosques, montañas, etc.
Esto no significa que de repente se haya encontrado un método que le dice a un equipo de rescate dónde buscar, sino que gracias a la tecnología es mucho más fácil optimizar lo recursos para hallar una solución más rápidamente. Para encontrar a un desaparecido antes de que sea tarde.
La importancia de coordinarse
Hace pocas fechas se conoció el caso de la mujer que estuvo 17 días perdida en los profundos bosques de Hawaii y que, por suerte, sobrevivió gracias a las nuevas técnicas que aplican los equipos de búsqueda y que se sirve, no solo de herramientas más precisas que marcan en los mapas dónde hay acantilados, cuevas o demás accidentes geográficos, sino de señalar los lugares a los que debían acceder los voluntarios.
Y es que el personal voluntario que va a estas operaciones (más de 100 en la de la mujer de Hawaii) utiliza como herramientas sus teléfonos móviles con aplicaciones estándar como Google Maps. En seguida los servicios de rescate se dieron cuenta de que muchos voluntarios volvían a cubrir una zona que anteriormente había sido recorrida por otra persona. Es decir, se perdía un tiempo precioso por culpa de una organización ineficiente.
Así que lo que diferenció al rescate de Hawaii de otros es que los servicios de rescate pidieron a los voluntarios que se descargasen una aplicación llamada GPS Track (que cuesta casi 4 euros su versión Pro) donde podían monitorizar el camino que seguía cada voluntario. De esta manera, desde el cuartel general de la operación, pudieron ver por dónde había pasado cada uno de esos voluntarios y organizarlos para que fueran a otras áreas donde no había estado nadie.
El sistema no quedó solo en el caso de Hawaii y más tarde se utilizó en Carolina del Norte para buscar y encontrar a un niño de ocho años, y después en California con un señor de 67 años al que habían perdido la pista cerca de San Francisco. Dicho así parece fácil, pero es cierto que la tecnología, sin obrar milagros, puede hacerlos si se utiliza de manera eficiente y coordinada.