Drones con el tamaño de insectos pondrán a prueba nuestra privacidad en el futuro
Su tamaño minúsculo ayuda a los espías.
Parece que, en el futuro, nuestra intimidad no será fácil de mantener. Un equipo de ingenieros de la University of Southern California en Los Angeles han construído una especie de insecto con cuatro alas llamado Bee+ que pesa tan solo 95 gramos y tiene un tamaño similar al de una moneda de cinco céntimos y que puede llegar a utilizarse para espiar.
Un gadget propio de James Bond
Según sus responsables, tal y como leemos en el medio Futurism, el aspecto más complicado para crear este peculiar artilugio fue diseñar las cuatro alas y que el peso se comportara de la forma correcta para hacerlas batir con estabilidad. Por eso diseñaron un modelo basado en una sola tira de material que se expande y se contrae, reduciendo el peso de sus cuatro extremidades a la mitad para promorcionar una mejor aerodinámica y control.
Lo cierto es que técnicamente no son drones, ya que dependen de una fuente de energía para funcionar. Pero cuando la tecnología permita baterías a nanoescala, este tipo de artilugios podrían volar de forma independiente en un futuro no muy cercano y, si se le implanta dispositivos de escucha o de imagen, pueden ser un complemento para aquellas personas que quieran espiar, poniendo en jaque la intimidad de cualquiera al poder colarse en cualquier sitio.