Los portátiles podrían prohibirse también en los vuelos desde Europa a Estados Unidos
Habría que facturar los portátiles para que vayan en la bodega
Hace unas semanas conocimos que la administración Trump prohibía a los tripulantes provenientes de determinados países introducir en la cabina de los aviones con destino a Estados Unidos ordenadores portátiles. Estas prohibiciones se basaban en el peligro potencial que podría suponer introducir estos dispositivos en la cabina del avión, siempre en base a antecedentes de tentativas de atentados con estos dispositivos como protagonistas. Hasta ahora los países víctimas de la prohibición han sido Egipto, Jordania, Kuwait, Marruecos, Qatar, Turquía, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. Y ahora hemos conocido que los portátiles también podrían prohibirse en los vuelos europeos con destino a Estados Unidos.
Habría que facturar los portátiles en los vuelos de Europa a Estados Unidos
A las medidas de Estados Unidos se habían sumado las tomadas por el Gobierno Británico, que también ha decidido prohibir estos dispositivos en vuelos provenientes de Egipto, Jordania, Líbano, Arabia Saudita, Túnez y Turquía. El objetivo de estas medidas es evitar que los terroristas puedan transportar y detonar explosivos integrados en la propia arquitectura interna de los ordenadores o tabletas. Y parece que la posibilidad de que esta prohibición también se extienda a los vuelos con origen en Europa es cada vez más real.
Mientras que la Unión Europea ha aclarado ya que no tiene intención de momento de prohibir estos dispositivos en la cabina, parece que el siguiente movimiento de la administración Trump sería la prohibición de todo dispositivo mayor de un teléfono en la cabina del avión, teniendo que facturar estos para que sean transportados en la bodega. Una medida que a priori no sería demasiado útil en caso de que un terrorista decida detonar un explosivo en el avión, ya que los daños producidos en la bodega también podrían ser suficientes para derribar el avión.
Lo que está claro es que algo se mueve en torno a la prohibición de estos dispositivos móviles, que si hasta ahora habían sido mal vistos como consecuencia de las posibles interferencias en las comunicaciones del avión, esta nueva medida terminaría por convertirlos en unos auténticos apestados dentro de la cabina de las aeronaves. De momento parece que la administración Trump sólo está considerando esta medida, pero el simple hecho de que se hable ya de ella no invita a ser demasiado optimistas respecto del futuro de los portátiles europeos en las cabinas en trayectos a Estados Unidos.