Adiós a Pebble: Fitbit muy cerca de hacerse con esta compañía
Uno de los cuentos de hadas del sector de la tecnología, el que protagoniza Pebble, parece que está cerca de llegar a su fin, y no precisamente con uno de los que se ve en las películas de Disney. Según los datos que se tienen, esta compañía estaría muy cerca de ser absorbida por Fitbit, uno de los “gigantes” del segmento de accesorios deportivos tecnológicos.
Pebble ue una de las primeras compañías que apostó de forma decidida por los smartwatch, en un principio con modelos con pantallas en blanco y negro y con un sistema operativo que permitía a ejecución de aplicaciones la la automatización de tareas -pero menos avanzado que otros de los que ya hay en el mercado, con puedens er los de Apple o Google-. Esta compañía, por cierto, nació de Kickstarter, con unas cifras de récord en su momento, ya que hasta la fecha ha conseguido mediante esta plataforma más de 40 millones de dólares desde que inició su andadura allá por el 2012.
El caso, es que hoy se ha conocido que Fitit tiene muy avanzado el proceso de compra de Pebble, y que la idea de la primera es la de integrar los productos que le resultan interesantes -especialmente el software- para potenciar sus pulseras y relojes cuantificadores. Esto no tiene el objetivo de competir de tú a tú en el segmento de los smartwatch con las compañías más potentes, sino la de mejorar la experiencia de uso que se tiene con sus gadgets -y, como no, la sincronización con los terminales móviles-. Así pues, es una buena idea, y lo cierto que contar con la experiencia de Pebble es un buen punto a favor del movimiento.
Casi una ganga
Pues lo cierto es que si se confirma que lo que pagará Fitbit por hacerse con Pebble es un máximo de 40 millones, el movimiento tiene incluso más sentido, ya que se compra por poco dinero para los tiempos que corren una propiedad intelectual de lo más apetecible y con un bagaje que le ahorrará a los compradores una buena cantidad de tiempo en generar un software estable y que funcione sin problemas. Sin duda, todos salen ganando… aunque la marca Pebble aparece que está condenada a desaparecer (veremos qué es lo que ocurre con los usuarios que tiene unos de su smartwatch).
Un final poco brillante para una compañía que fue muy deseada en un pasado no muy lejano y de la que se habían conocido intenciones de compra por cantidades que rondaban los 700 millones de dólares… nada que ver con la cifra de la que se habla ahora. Como se ve, no todos los cuentos de hadas acaban con boda final, comos se ha podido ver en un mensaje en Twitter -ya borrado- de la propia Pebble en el que se veía los siguiente: ¯(ツ)/¯ (qué se le puede hacer).
Ahora hay que ver qué le permite este movimiento a Fitbit, que se va consolidando como una de las compañías más interesantes en el segmento más avanzado de los cuantificadores deportivos y que, con la compra de Pebble, da un pasito más para que sus smartwatch ofrezcan una calidad y usabilidad mejor. ¿Suficiente para competir con Apple, Samsung o los dispositivos con Android Wear? No por el momento, pero al menos se avanza de forma interesante.