Desvelan la séptima generación de procesadores Intel
Se espera que a finales de este mismo año llegue al mercado la séptima generación de procesadores Intel Core, sobre la plataforma Kaby Lake. Y aunque por el momento el fabricante había adelantado ya algunos de los detalles clave, antes de su presentación oficial se ha producido una filtración que adelanta prácticamente todos los secretos sobre esta nueva generacion de procesadores. Según esta filtración, Intel se mantendrá en los 14 nanómetros como proceso de fabricación, como en la generación actual, aunque con importantes mejoras en término de eficiencia, además de que el socket LGA1151 vendrá dividido en tres sub categorías.
Se filtran prácticamente todos los detalles de los nuevos procesadores de Intel, la séptima generación, sobre Sky Lake
Lo primero y más importante es que, como comentábamos anteriormente, el socket LGA1151 vendrá dividido en tres categorías, de tal manera que no sea posible para los consumidores instalar un procesador de altas prestaciones en las placas base de gama baja. Por lo tanto, reducirán las posibilidades y aumentarán el desembolso mínimo para adecuarse a la nueva generación, a no ser que ya tuviéramos una placa base de altas prestaciones, que sea compatible con la categoría Standard Power, o bien High Power que será el nivel de cuarta categoría que llegará más adelante.
En cualquier caso, lo que muestra esta filtración es que el Intel Core i7-7700K se posiconará como la opción de mayores prestaciones con cuatro núcleos y ocho hilos de proceso, así como una frecuencia de reloj máxima de 4,5 GHz en velocidad turbo, aunque con un funcionamiento regular a 4,2 GHz. Por debajo, en modo turbo los 4 GHz serán la frecuencia de reloj máxima del Intel Core i5-7600K con sus cuatro núcleos y una caché L3 de 6 MB. Estos cuatro núcleos, en cualquier caso, se mantendrán incluso para los de baja potencia, con un modelo que corona la gama en los 3,6 GHz con 8 MB de memoria caché L3.
Por lo tanto, más allá de la evolución continuista en prestaciones, uno de los cambios más interesantes está en la distribución, que forzará a una mayor adecuación de la placa base en sintonía con el procesador escogido. Un punto que, por otro lado, complica también a los menos expertos la configuración de un equipo 'por componentes' sin ayuda de alguien entendido en esta última generación de procesadores.