El iPhone 7 y el agua, hay indicios de que será sumergible
El próximo mes de septiembre, Apple presentará en sociedad sus nuevos teléfonos inteligentes iPhone 7 con un diseño muy similar a las dos generaciones anteriores, según las filtraciones, pero con varias nuevas funciones interesantes. Una de ellas, que no se podrá confirmar hasta la presentación oficial, apunta a la resistencia al agua del terminal, algo que ya incorporaba el Samsung Galaxy S5 hace un par de años, y que de nuevo ofrece también el Samsung Galaxy S7, así como algunos terminales de Sony.
El nuevo sistema operativo de Apple, iOS 10, muestra indicios de un iPhone 7 resistente al agua
El mismo año pasado, aunque ha ocurrido en otras ocasiones, iOS 9 en sus primeras versiones de prueba mostraba indicios de nuevas características del iPhone 6s antes de ser lanzado. En aquel momento eran funciones relativas a la pantalla sensible a la presión, la tecnología 3D Touch, y un año después los indicios que muestra iOS 10 apuntan a la resistencia al agua del iPhone 7. ¿Por qué? Porque según ciertas líneas de código de este nuevo sistema operativo, como ocurre en el Samsung Galaxy S7 el nuevo terminal de Apple alertaría de humedad en su conector en un intento de carga.
En el caso del Samsung Galaxy S7, sumergible, cuando hay humedad en el conector USB salta una alerta en pantalla informando al respecto. Esto ocurre cuando se inserta el cargador, y por precaución, para evitar posibles problemas eléctricos. Del mismo modo, si se confirma en la presentación oficial del iPhone 7, con los nuevos teléfonos inteligentes de Apple estaríamos ante una característica idéntica.
Ya con los iPhone 6s, y una junta especial de goma que añadió Apple en su interior, se especuló con el coqueteo de Apple con la resistencia al agua. Efectivamente, los iPhone 6s están mejor sellados que las generaciones anteriores, y con el iPhone 7 la firma podría dar el salto a una certificación IPXX que garantice cierta resistencia al agua. Eso sí, de lo que no se sabe absolutamente nada es del grado de resistencia que alcanzaría el nuevo terminal.