El FBI ya tiene permiso para hackear tu PC y el de todo el mundo
Las diferentes agencias y cuerpos de seguridad de los Estados Unidos, según ha revelado Edward Snowden en varias ocasiones y las diferentes filtraciones al respecto así lo demuestran, llevan a cabo todo tipo de prácticas de espionaje internacional. Y ahora, los tribunales han autorizado a que cualquier juez del país tengan autoridad para autorizar al FBI en el hackeo de un ordenador ubicado en cualquier parte del mundo. No sólo afecta a los ciudadanos y usuarios de ordenadores de los Estados Unidos, sino a los de cualquier país, según la histórica resolución del país americano.
Ahora el FBI podrá hackear cualquier ordenador en cualquier parte del mundo por orden judicial
En los últimos meses, las alertas han saltado cuando, después de la negativa de la firma de Cupertino a colaborar en el desbloqueo del teléfono inteligente iPhone del terrorista de San Bernardino, el FBI terminó consiguiendo su propósito por otras vías. La vulneración de los sistemas de seguridad de otras compañías de todo el mundo ha sido noticia en reiteradas ocasiones, y con su colaboración prestada al FBI o sin ella. Pero ahora, con la resolución del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, se ha modificado la norma 41 de la Ley Federal de Procedimiento Criminal para ampliar las autorizaciones en estos términos.
La modificación sobre la legislación permitirá a cualquier juez autorizar a un agente del FBI para saltar los sistemas informáticos de seguridad de cualquier PC en todo el mundo. Uno de los horizontes más atractivos para la inteligencia de los Estados Unidos es la Deep Web, donde hasta ahora no había sido permitida la autorización para el rastreo de la identidad de usuarios en la red Tor. Y como con cualquier cambio de este tipo, los tribunales estadounidenses se ha apoyado en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia a través de la Red.
Dentro de esta anterior, la red Tor, en las últimas semanas se ha podido conocer cómo fue descubierto un usuario con fotografías íntimas de menores. Y es que, aunque la red Tor dificulta el rastreo de la identidad más allá de las posibilidades de una red privada virtual o VPN, normalmente son las torpezas de los usuarios de la Deep Web las que terminan con detenciones tras la identificación de los sospechosos.