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Olympic Vision es la última amenaza

Un virus que puede robarte las contraseñas del banco cuesta apenas 20 euros

Siempre se comenta que ha aparecido este u otro virus informático que amenaza la seguridad de las cuentas de los usuarios. El último nombre propio se llama Olympic Vision y ya está afectando a los usuarios españoles, en muchos casos, sin que ellos lo sepan.

Se trata de un virus de los llamados keylogger que se está distribuyendo en 18 países que roba credenciales de acceso y datos ubicados en el portapapeles del sistema operativo. Pero quizás lo más destacable de esta amenaza es que frente al daño de millones de euros que puede llegar a ocasionar, a los ciberdelincuentes el crimen les sale algo más que rentable. Y es que la licencia para utilizar este software apenas cuesta 22 euros, un precio que para la amenaza que supone y el rendimiento que se le puede sacar, es casi de chiste. Además de lo antes mencionado, Olympic Vision tiene más funciones como la de tomar capturas de pantalla, para hacerse todavía con más datos, e incluso extraer contraseñas almacenadas en los navegadores de Internet o de clientes FTP.

El objetivo primordial de este softaware son las grandes empresas, a las que han estado enviad correos que animaba a visualizar el contenido simulando que provenía de empresas colaboradoras o de otro empleado, cuando ya habían cazado alguna que otra cuenta de la compañía. De aquí se cambió la estrategia, como nos cuentan en RedesZone, y desde hace dos semanas, usuarios particulares también están recibiendo correos maliciosos que contienen un adjunto que, supuestamente, es un simple archivo PDF y en realidad es un ejecutable que dará muchos problemas.

Con cientos de equipos empresariales y particulares infectados, España es también un territorio afectado por Olympic Vision que no sólo es capaz de extenderse por correo electrónico sino que al infectar un ordenador, puede transmitirse también a través de l red local, recopilando diversa información. Los expertos avanzan que los antivirus actuales deberían ser suficientes para contener su avance aunque aún hay alguna que no se ha actualizado ante esta amenaza.

Como siempre, el mejor consejo ante este tipo de ataques de virus, que podríamos llamar "low cost", no es otro que el sentido común. Si nos llega un correo un poco extraño, con un archivo sospechoso del que no nos fiamos, lo mejor es contener la curiosidad y no abrir ni siquiera el mensaje, enviándolo directamente a la papelera.

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