Las huellas digitales no son tan seguras y también están expuestas a los robos
A pesar de haberse convertido en una de las características estrella en los smartphones, puesto que les dota supuestamente de un mayor nivel de seguridad y privacidad a los usuarios, después de que ayer mismo se diese a conocer que un grupo de hackers había sido capaz de sustraer más de cinco millones de huellas dactilares de funcionarios de EE.UU., nuevamente se ha puesto en duda la seguridad de las huellas digitales como un método robusto para la identificación de personas.
El hecho parece que se produjo a finales del pasado año 2014, donde un ciberataque robó información importante del personal militar y de inteligencia estadounidense aunque la filtración de datos fuera descubierta esta misma primavera. Sin embargo, ayer mismo el Gobierno americano afirmó que los hackers que robaron los datos de seguridad en gran cantidad de Departamentos de Defensa y otros empleados del gobierno de Estados Unidos, se hicieron con unos 5,6 millones de registros de huellas digitales, una cantidad mucho mayor a lo reportado inicialmente.
El portavoz de la Casa Blanca ha asegurado que esta violación de datos afecta a 21,5 millones de trabajadores federales y aunque afirma no tener información de quién puede haber sido el responsable o responsables de este hecho, lo cierto es que todo apunta a que hayan sido un grupo de hackers vinculados con China, saliendo a la palestra la sobra del ciberespionaje chino sobre el gobierno de los Estados Unidos.
Este hecho ha resultado ser uno de los ataques más potentes contra el gobierno americano tanto por el número de datos como por la importancia de la información que ha podido ser robada. Todo esto llega en un momento donde los sistemas biométricos están establecidos como sistemas fuertes de seguridad que sin embargo han provocado el ataque más dañino registrado nunca contra la Administración estadounidense.
Aunque se ha minimizado el peligro que representan todos estos registros de huellas digitales robadas, asegurando que la capacidad de un mal uso de los datos estaría actualmente limitado, la Agencia de Gestión de Personal de la Administración de EE.UU., que es la empresa encargada de custodiar todo estos datos, ha reconocido que la amenaza podría aumentar a medida que evoluciona la tecnología.
El caso está teniendo una gran repercusión a nivel mundial y seguro esto hará que se esté poniendo en duda la seguridad de las huellas digitales en gran parte del mundo por lo que es de esperar que en un futuro no muy lejano veamos cómo este tipo de sistemas de identificación son sustituidos por otros más seguros hasta que se demuestre lo contrario.