Aumenta el rendimiento de tu ordenador configurando la memoria virtual
Existen muchas formas de aumentar el rendimiento del ordenador tal y como os hemos ido indicando durante los últimos meses, incluyendo también la optimización de ciertas aplicaciones, navegadores web y mucho más. No obstante, de lo que nunca os hemos hablado y que, desde luego, es bastante interesante, es la memoria virtual.
Como ya sabréis, nuestro ordenador y otros dispositivos electrónicos cuentan con lo que se denomina como memoria RAM, una memoria de acceso aleatorio que guarda datos temporales para incrementar la velocidad y el rendimiento de los procesos. Obviamente, es uno de los elementos más importantes ya que nos ayuda a que las aplicaciones se abran mucho más rápido y, claro está, que podamos abrir más apps al mismo tiempo.
No obstante, existe otro tipo de memoria más desconocida que seguramente no tengáis en cuenta y que tiene un funcionamiento muy similar. Se trata de la memoria virtual, un espacio del disco duro asignado al sistema que funciona a modo de memoria RAM cuando ésta se encuentra completa o no puede manejar la situación con tantas aplicaciones o procesos consumiendo recursos.
Normalmente, en el caso de Windows, se crea un registro que puede ser suficiente para nuestras necesidades, aunque lo más recomendable es aumentarlo para que el rendimiento también lo haga. Para ello, nos dirigiremos al Panel de Control, al apartado de Sistema, y buscaremos la Configuración Avanzada del sistema. En ésta ventana, buscaremos la pestaña Opciones avanzadas y pulsaremos en Configuración, dentro del apartado Rendimiento.
En la ventana que aparece, volveremos a buscar Opciones avanzadas, lugar donde encontraremos el apartado Memoria virtual, con un tamaño ya definido que variará dependiendo de vuestra máquina. Si pulsamos el botón Cambiar, tendremos que desmarcar la opción de la administración automática del archivo de paginación. Más abajo, podremos elegir qué cantidad de memoria queremos dedicar al archivo de “memoria RAM”, estableciendo un mínimo y un máximo (el mínimo recomendable es aquél que aparece más abajo, en “Recomendado”).
Tras establecer los valores, guardaremos los cambios y ya tenemos listo nuestro nuevo archivo de paginación con más memoria, lo que permitirá al ordenador funcionar mucho más rápido.