Cómo descansar la vista mientras trabajas en el ordenador
Aquellos que trabajamos durante todo el día con el ordenador notamos rápidamente como la vista comienza a resentirse y a cansarse rápidamente. Conforme pasan las horas, el brillo de la pantalla y los predominios del color blanco en prácticamente todas las páginas web provocan que el cansancio sea aún mayor y difícilmente podemos descansar la vista hasta que no termina la jornada laboral. No obstante, unas horas después, volveremos a visualizar una pantalla, ya sea el smartphone, un televisor o el propio ordenador.
Aunque es un gran problema, existen ciertas aplicaciones que nos permiten disminuir el efecto de la vista cansada de una forma bastante eficiente. En mi caso, utilizo f.lux y lo cierto es que, desde que la instalé, mi vista no se resiente tanto, sobre todo por la tarde y la noche, momentos del día donde más se puede comprobar el funcionamiento de esta aplicación.
¿Qué hace principalmente? Pues bien, en definitiva ajusta la temperatura de la pantalla. Con temperatura, claro está, no nos referimos a la térmica, sino a la de color. El efecto de aumentar la temperatura es que la pantalla se vuelve amarillenta (tirando a naranja), algo así como lo que vemos cuando atardece y el sol va tornándose de blanco a amarillo y posteriormente a naranja. En realidad, f.lux recrea este atardecer en el ordenador, adaptando así lo que se ve en el exterior con nuestra pantalla y así que nuestro organismo descanse y “vea” que en la habitación donde está el ordenador también atardece.
Durante la mañana se puede comprobar que la pantalla no se ve apenas afectada, mostrando un color blanco brillante como si estuviéramos en la calle. Así, conforme llega la tarde y dependiendo de la franja horaria (aunque ésta puede cambiarse para que, por ejemplo, atardezca antes en el ordenador), el color se adapta para ser mucho más cálido. Los beneficios son claros: la vista se cansa menos y, por supuesto, se facilita el momento de ir a dormir ya que los ojos se han acostumbrado a un brillo mucho menor y más cálido.
Las transiciones pueden realizarse en 20 minutos o de una forma mucho más lenta, 60 minutos. Desde mi punto de vista, la segunda opción es mejor ya que los ojos no notan el cambio de una forma tan brusca. Además, puede ajustarse la temperatura mínima cuando atardece y anochece para ajustarla a nuestras necesidades. Si os sirve de referencia, yo la mantengo en 42.000 K, ni demasiado cálido pero tampoco frío. Además, ofrece modos especiales para, por ejemplo, revelar fotografías en un cuarto oscuro.
Si os interesa, podéis encontrar la aplicación en este enlace y comenzar a ayudar a vuestra vista día a día.