Los teléfonos móviles se convertirán en microscopios portátiles
Llevar un microscopio incorporado en un teléfono móvil es algo que parece parte de una película de ciencia ficción más que de la realidad. Pero, lo cierto, es que esto no es así. Científicos de la Universidad de Houston han desarrollado una lente que permite hacer justo lo que hemos comentado y, por lo tanto, convertir un dispositivo móvil en una herramienta portátil y que es vital para el uso científico y médico.
Lo cierto es que las aplicaciones que se le pueden dar a este nuevo desarrollo son casi infinitas, pero entre las más interesantes está el poder dar cobertura a necesidades específicas en lugares donde no existen muchos medios científicos a utilizar, como por ejemplo en regiones de África o de Sudamérica. El caso, es que esta lente permitirá, por ejemplo, que un médico pueda revisar con su microscopio portátil muestras de sangre. Y, todo ello, con un coste casi ridículo en la fabricación del nuevo componente: sólo 3 centavos de dólar (lo que al cambio se queda en unos 25 céntimos de euro).
Además, el uso no puede ser más sencillo, ya que el añadir la lente necesaria en el terminal móvil es tan cómodo como colocar esta justo delante del sensor del teléfono en cuestión y, en este momento, comienza el aumento de la imagen que se pone delante. Una vez finalizado el uso, esta se puede retirar sin problemas (eso sí, todavía falta evolucionar la forma de colocación para que sea incluso más ergonómica y sencilla). El caso es que es de “quita y pon”, lo que hace que se eviten roturas y que el dispositivo en el que se usa no pierda su funcionalidad. Excelente desarrollo, sin duda alguna.
Lo que se consigue con la lente
La capacidad de ampliación que ofrece el componente es de nada menos de 120X, que no es una marca espectacular en ciencia, pero sí más que útil para el uso en las condiciones antes mencionadas. El material de fabricación es un polímero denominado PDMS que ofrece una buena resistencia y que se puede generar mediante el uso de moldes, de ahí el bajo coste. Por cierto, que el desarrollo de la Universidad de Houston llega para superar al resto de los conocidos que buscaban conseguir un microscopio utilizando los teléfonos móviles, que se quedaban en 60X y con el uso del zoom, algo que no es necesario con el dispositivo del que hablamos.
Con una aplicación casi infinita y que permite soñar con la universalización del uso de los microscopios en cualquier lugar, permitirá ejecutar tratamientos tempranos o simplemente considerar un descubrimiento científico en el mismo lugar en el que se hace, hay que decir que se está demostrando que el avance de la movilidad en entornos técnicos es evidente. Y, lo cierto, es que todo lo que se puede conseguir con desarrollos como estos es beneficioso para la mejor aplicación de la ciencia en cualquier lugar. Seguro que ni Steve Jobs pensaría en este tipo de aplicaciones en los smartphone al crear el iPhone, ¿verdad?