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Una nueva tecnología utilizaría el propio chasis para cargar aumentar la autonomía.

Los coches eléctricos pronto podrán recargarse solos

Los coches eléctricos son el futuro, o así al menos debería ser para evitar la dependencia del petróleo. Por ello, poco a poco universidades y compañías desarrollan e investigan nuevos métodos para mejorar el funcionamiento de este tipo de vehículos y, por ahora, los avances son más que interesantes. En esta ocasión, un equipo de la Universidad Tecnológica de Queensland (QUT) en Brisbane ha desarrollado una nueva tecnología mediante supercondensadores ligeros que, combinados con las baterías regulares que llevan incorporadas los coches eléctricos, podría aumentar drásticamente la potencia de un coche eléctrico, así como su autonomía.

Estos supercondensadores, una especie de “sándwich” de electrolitos entre dos electrodos de carbono, han sido llevados al extremo para conseguir una fina película de alta densidad que puede ser acoplada a los distintos paneles que componen el coche. Puertas, techo, suelo y mucho más podrían incorporar estos supercondensadores, lo que permitiría almacenar la suficiente energía para aportar un extra de potencia y algo más de batería a los acumuladores en tan solo unos minutos.

Los resultados, publicados en el Journal of Power Sources, señalan que en menos de 5 años esta tecnología podría encontrarse a pie de calle. “Los vehículos necesitan energía extra para acelerar, y ahí es donde entran los supercondensadores. Consiguen almacenar una cantidad limitada de energía pero son capaces de entregarla rápidamente haciéndolos el complemento perfecto para las baterías de alto almacenaje”, señaló uno de los doctores encargados del proyecto, Mr Notarianni.

Poco a poco, en el futuro se espera que esta tecnología consiga almacenar más energía que las propias baterías de Li-Ion con las que ya cuentan los coches eléctricos. Además, tras una carga completa de apenas unos minutos, el vehículo sería capaz de viajar hasta 500 kilómetros sin una gota de combustible, el doble de eficiencia que la que se encuentra en los coches actuales –debemos recordar, además, que las cargas en estos momentos rondan las 3 horas-. Lo mejor de todo es que, al utilizar materiales “baratos” para crear los supercondensadores, se espera que el precio al producir las piezas necesarias sea mínimo, por lo que por una parte se ayudaría al medio ambiente pero también a nuestro bolsillo.

Un avance que también podría ayudar en otros campos

Los investigadores de este proyecto han indicado estos supercondensadores no solo serían ideales para los coches eléctricos, sino también para los smartphones y los dispositivos móviles en general. Por ejemplo, colocando una capa en la parte trasera de un teléfono se podría cargar de una forma realmente rápida en el caso de que tengamos una emergencia.

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