Los mercados pedirán garantías sobre Cataluña
El acuerdo al que han llegado PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez como presidente incluye, en el apartado económico, el compromiso de “promover” el retorno a Cataluña de las empresas que se marcharon a raíz del procés. Con la declaración ilegal de independencia, hace seis años, grandes firmas del Ibex, buques insignia de la economía catalana como CaixaBank, Banco Sabadell, Naturgy o la antigua Abertis (ahora Cellnex) anunciaron el traslado de sus sedes.
La tormenta política de aquellos días había desatado el riesgo de la salida del euro, el rechazo de los mercados y una fuga de depósitos que no dejaron a estas compañías, que cotizan en Bolsa y se deben a sus accionistas, otro remedio que marcharse a otras ciudades, como Madrid o Valencia, dejando una evidente cicatriz económica y emocional, de pérdida de poder.
Es interesante analizar cómo planean ahora los partidos facilitar la vuelta, ese plan que citan en el acuerdo, porque aquella decisión de las empresas no fue política. Los consejos de administración tomaron la determinación de dejar Cataluña por el grave riesgo financiero que suponía la secesión y para regresar necesitarán asegurarse de que no vuelva ese peligro en los mercados. La primera firma en hablar en público, Inmobiliaria Colonial, ha dejado la puerta abierta a estudiar ese regreso a la espera de ver los detalles del plan. Es lo que dicen otras en privado.
El acuerdo ha provocado fuertes protestas en la calle. Entrega la amnistía a los independentistas, aunque recoge los desacuerdos palpables en cuanto a la autodeterminación: los socialistas defienden el desarrollo del Estatut y los nacionalistas afirman que propondrán un referéndum. También hay discrepancia en asuntos económicos: Junts propondrá la cesión del 100% de todos los tributos que se pagan en Cataluña, mientras que el PSOE “apostará por medidas que permitan la autonomía financiera y el acceso al mercado de Cataluña, así como un diálogo singular sobre el impacto del actual modelo de financiación sobre Cataluña”.
Lo que no plantean como disensión es lo referente a las empresas. Sin embargo, esas miles de empresas que se deben a sus accionistas van a necesitar garantías de estabilidad. La patronal catalana, Foment del Treball, lo verbalizó así: “La condición necesaria para el retorno de las empresas” a Cataluña es la seguridad jurídica. La tan traída y llevada renuncia explícita a la vía unilateral puede acabar consiguiéndola los todopoderosos mercados financieros.
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