Ir al contenido

AstraZeneca puede iniciar un éxodo bursátil de Londres a Nueva York

Otras empresas pueden seguir a la farmacéutica en su decisión de cotizar también en Wall Street

AstraZeneca cotizará directamente en Estados Unidos y, aunque mantendrá su cotización principal en Reino Unido, la medida puede suponer un duro golpe tanto para los ingresos fiscales del Reino Unido como para el estatus de la City.

La farmacéutica espera que, al cotizar directamente en Nueva York, pueda accede...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

AstraZeneca cotizará directamente en Estados Unidos y, aunque mantendrá su cotización principal en Reino Unido, la medida puede suponer un duro golpe tanto para los ingresos fiscales del Reino Unido como para el estatus de la City.

La farmacéutica espera que, al cotizar directamente en Nueva York, pueda acceder a una mayor cantidad de capital, ya que sus actuales certificados de depósito de EE UU están restringidos a algunos tipos de inversores. La nueva estructura implica que todas las operaciones, incluidas las de Londres, se liquidarán a través de la Bolsa de Nueva York. Como resultado, los operadores británicos ya no tendrán que pagar el impuesto de timbre del 0,5%, que recaudó 5.600 millones de euros entre abril y junio.

No solo es la mayor cotizada de Londres: también es una de las más líquidas. En los últimos dos meses se han negociado una media de 2,3 millones de sus acciones al día, así que el Gobierno dejará de recaudar más de 360 millones.

El problema para el Ejecutivo es que no es un caso aislado. El grupo se está orientando más hacia EE UU y espera generar allí el 50% de sus ingresos para 2030. Otros grupos que cotizan en Londres y tienen grandes negocios en EE UU han ido más allá y han anunciado planes para trasladar su cotización principal, Pero eso lleva tiempo y puede enfadar a los accionistas británicos. El modelo de AstraZeneca le permite aprovechar la liquidez de EE UU, al tiempo que mantiene contentos a los inversores, así que puede que muchos sigan su ejemplo, como Compass, de servicios alimentarios, que tiene el 70% de sus ventas en EE UU, o firmas orientadas a la tecnología como Experian, o la empresa de análisis RELX.

El Gobierno podría sufrir un duro golpe. Con que solo Shell, Experian, RELX y Compass siguieran los pasos de Astra, la pérdida de ingresos superaría los 960 millones. Y hay una amenaza a la larga: cuantas más acciones de las empresas se negocien en EE UU, más probable será que valoren trasladar su cotización principal, o incluso sede. Para contrarrestarlo, el Gobierno tiene dos opciones poco atractivas. Podría eliminar el impuesto sobre el timbre, o impedir por ley que las empresas liquiden en Nueva York las operaciones cotizadas en Reino Unido. Pero eso enojaría a Donald Trump y podría incluso animar a algunas firmas a cambiar de domicilio de todos modos.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Más información

Archivado En