Ir al contenido

¿Por qué un coche por suscripción es una buena idea para tener un mundo más sostenible?

El pago por uso ofrece más flexibilidad, permite el acceso a la electrificación y es una apuesta clara lo racional

Netflix, Amazon Prime Video, Disney+, HBO Max, Spotify, Apple Music… Entre todas estas plataformas de entretenimiento y servicios suman cerca de 1.500 millones de suscripciones en todo el mundo. Se trata de ingentes cifras para un tipo de negocio que lleva menos de dos décadas entre nosotros.

Estos datos demuestran que el pago por uso no solo ha venido para quedarse, sino que es una fórmula más adaptada a los tiempos actuales, donde prima la flexibilidad y las ofertas individualizadas a cada tipo de usuario.

Según afirma la consultora McKinsey en su último informe del pasado me...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

Netflix, Amazon Prime Video, Disney+, HBO Max, Spotify, Apple Music… Entre todas estas plataformas de entretenimiento y servicios suman cerca de 1.500 millones de suscripciones en todo el mundo. Se trata de ingentes cifras para un tipo de negocio que lleva menos de dos décadas entre nosotros.

Estos datos demuestran que el pago por uso no solo ha venido para quedarse, sino que es una fórmula más adaptada a los tiempos actuales, donde prima la flexibilidad y las ofertas individualizadas a cada tipo de usuario.

Según afirma la consultora McKinsey en su último informe del pasado mes de junio, la movilidad de los próximos 20 años se redefinirá según cuatro pilares: electrificación, vehículos autónomos, movilidad compartida y flexible y micromovilidad.

De estas cuatro tendencias resaltadas por McKinsey, al menos, dos de ellas se podrían enmarcar en el coche por suscripción.

La primera de ellas será la de movilidad compartida y flexible, entendiendo este concepto como un cambio de tendencia y de paradigma en el que el vehículo pasa de la propiedad a una fórmula más vinculada con el pago por uso.

En este sentido y según este informe, hasta el 46 % de los usuarios estaría dispuesto a dejar de tener coche propio si existieran alternativas convenientes y sostenibles. Y aquí el coche por suscripción es una de estas alternativas, ya que abandera argumentos como la movilidad flexible sin propiedad, el consumo bajo demanda y la digitalización de la experiencia.

Junto a la elección de la movilidad como servicio (lo que se conoce como MaaS o Mobility-as-a-Service), también está la creciente demanda de una movilidad electrificada. Conviene recordar en este sentido que cada vez son más las ciudades que restringen los accesos a los vehículos más contaminantes y cada vez es mayor la necesidad de acceder a vehículos electrificados.

Sin embargo, consultoras como Deloitte señalan que el 49% de los consumidores piensa que el elevado precio de compra de un vehículo eléctrico es una de las principales barreras para acceder a esta tecnología. Además, la tecnología de electrificación evoluciona y mejora continuamente con el paso de los años.

Por este motivo, la suscripción a un coche es una alternativa más que interesante para acceder a la electrificación. En primer lugar, porque el usuario paga una cuota mensual razonable por conducir un vehículo electrificado y no tiene necesidad de desembolsar grandes entradas de dinero. Y a ello se suma la flexibilidad de una suscripción que permite cambiar de coche (y por tanto de tecnología) cada cierto período de tiempo.

En Bipi, los coches electrificados como los híbridos ya suponen el 68% de los nuevos contratos, un porcentaje mucho más elevado que el que ofrece el mercado, lo que confirma que este tipo de compañías suponen una apuesta firme por la sostenibilidad.

Otro de los mayores problemas del parque automovilístico español es su antigüedad. Según datos de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), la media de edad de los vehículos en España supera los 14,5 años… y más del 60% de los coches en circulación carece de etiqueta ambiental o tiene la más contaminante (el distintivo B, de color amarillo).

El hecho de conducir un coche antiguo, además, no solo es un problema de confort o de estar al volante de la última novedad. Un coche con más de 15 años contamina hasta un 80% más que uno nuevo, según estudios de la propia Dirección General de Tráfico.

Como contrapartida, los coches de suscripción suelen renovarse a los pocos meses, como parte del modelo de negocio, lo que garantiza que los usuarios accedan siempre a vehículos modernos, eficientes y con etiqueta CERO o ECO.

Unos coches de suscripción que, o bien son completamente nuevos, o bien están muy bien revisados y mantenidos. Conviene tener en cuenta en este sentido que no todos los conductores circulan con los vehículos en las mejores condiciones (filtros de partículas desgastados, neumáticos mal inflados o aceites caducados). De ahí que circular con un coche por suscripción también reduce el impacto en la contaminación urbana.

Menos coches propios

Otro aspecto para tener en cuenta es que, en Europa, los coches particulares pasan de media el 95% de su tiempo aparcados, según un informe de la Comisión Europea. Esto implica no solo un enorme desperdicio de recursos, sino también un uso ineficiente del espacio público.

De ahí que el coche por suscripción sea una propuesta más lógica de uso frente a al coche en propiedad, que pasa muchas horas inutilizado. Un coche por suscripción permite acceder al mismo solo cuando se necesita, como por ejemplo ahora en plena etapa estival. De ahí que sea esta mayor flexibilidad permita un uso más racional del vehículo privado y reduzca la necesidad de adquirir un coche en propiedad, especialmente en entornos urbanos.

Por todo ello (mayor flexibilidad, acceso a la electrificación, un uso más racional y menor contaminación) un coche por suscripción es un paso firme en la dirección correcta.

Alejandro Vigaray es co-consejero delegado y fundador de Bipi.

Más información

Archivado En