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El Airbus de la fabricación de tanques está al alcance franco-alemán

KNDS ultima un cambio en el accionariado que podría dar lugar a una firma paneuropea, también apoyada por Italia

Las necesidades de liquidez de una acaudalada familia alemana podrían ser el detonante para la creación de un fabricante paneuropeo de vehículos blindados. Solo se necesitaría un poco de creatividad por parte de París y Berlín.
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Las necesidades de liquidez de una acaudalada familia alemana podrían ser el detonante para la creación de un fabricante paneuropeo de vehículos blindados. Solo se necesitaría un poco de creatividad por parte de París y Berlín.

KNDS, el fabricante de tanques propiedad conjunta de los Gobiernos francés y alemán, se encuentra en vísperas de un importante cambio en su registro de accionistas. La empresa, que no cotiza en Bolsa, es un caso peculiar: se formó hace diez años por la fusión de la unidad de fabricación de tanques del Estado francés y la empresa familiar alemana Krauss-Maffei Wegmann, KMW.

Los miembros de KMW parecen ansiosos por monetizar su participación y están considerando la opción de una oferta pública de venta antes del próximo año, con un valor empresarial que podría alcanzar los 20.000-22.000 millones de euros, basándose en un múltiplo de ventas similar al de empresas del sector de la defensa como Hensoldt o Renk, en la que KNDS posee una participación que aumentará hasta el 16% tras una larga batalla legal.

La alternativa sería vender una participación a un fondo de capital riesgo. Bloomberg ha mencionado a Advent International, CVC Capital Partners y KKR como posibles interesados. Sin embargo, dada la sensibilidad política que rodea a cualquier acuerdo en materia de defensa, habría que mantener el equilibrio entre la participación francesa y la alemana.

Hay dos formas de hacerlo. El Gobierno germano podría animar a un actor nacional a intervenir para comprar la participación puesta a la venta, que podría no ser la totalidad de la participación familiar, del 50%. El nuevo accionista podría ser el propio Estado alemán, en reflejo de la propiedad francesa, o un actor nacional. El inversor más obvio sería Rheinmetall, el fabricante de armas de 79.000 millones de euros que ya había considerado comprar la participación de la familia KMW en 2018.

Como suele ocurrir en el sector de la defensa, Rheinmetall es a la vez competidor y socio de KNDS. En particular, se ha sumado al proyecto franco-alemán para diseñar y fabricar un tanque del futuro, el denominado tanque de batalla principal europeo (Main Ground Combat System, MGCS), que sustituiría a los tanques Leopard y Leclerc que KNDS fabrica para las fuerzas armadas alemanas y francesas. Con un poco de imaginación, no es difícil ver cómo la reorganización de KNDS podría ser el preludio de una empresa paneuropea de defensa similar a Airbus.

Y podría incluso estar abierta a otros actores del continente. KNDS está interesada en adquirir la división militar de Iveco, la empresa de camiones de la familia Agnelli, de Italia. Su oferta de casi 2.000 millones de euros compite allí con una oferta rival de Rheinmetall junto con la italiana Leonardo. Si les preocupa la concentración y la productividad en el sector de la defensa, como instaba el informe Draghi del año pasado, Berlín, París y Roma podrían decidir conjuntamente fusionar estas empresas de vehículos militares en un único grupo.

Con un poco más de imaginación, podría no quedarse ahí. Después de todo, los tanques Challenger del ejército británico los fabrica una empresa conjunta de la británica BAE Systems y Rheinmetall. Incorporar al grupo británico al consorcio de tanques sería un paso final lógico y completaría el proyecto regreso al futuro al estilo Airbus.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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