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Análisis
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La duplicación de las plantillas laborales por la IA

Cuando un trabajador abandone la empresa, su trabajador digital quedará en la compañía

ChatGPT

La inteligencia artificial (IA) se manifiesta a través de múltiples aplicaciones en la sociedad y la industria. Una tendencia interesante son los denominados agentes IA. Dentro de esta categoría, en un horizonte cercano se vislumbra que haya uno por cada trabajador físico en una compañía, entre otras posibilidades. Estos agentes actuarán como asistentes multifuncionales y complementarán a sus homónimos humanos, estando omnipresentes a través de distintos dispositivos, ya sean ordenadores, teléfonos, gafas o tablets. Según Jen-Hsun Huang, CEO de Nvidia, líder en chips para IA, en el entorno laboral esos ayudantes serán equivalentes a digital workers (DW, trabajadores digitales). En consecuencia, las plantillas se duplicarán.

Un objetivo claro para utilizar esos Trabajadores digitales es aumentar la productividad y conseguir que ciertas tareas sean menos tediosas para los humanos. Previamente a que un agente IA sea operativo deberá ser entrenado con una base de datos genérica y otra perfilada para cada sector; posteriormente, el ayudante se personalizará para cada puesto de trabajo en particular. El humano y el trabajador digital trabajarán a modo de equipo, con el segundo asistiendo al primero en múltiples tareas, quizá sugiriendo ciertas acciones o efectuando determinadas operaciones de forma autónoma, entre otras posibilidades. En principio, cada trabajador físico establecerá un vínculo estable y consentido con su trabajador digital, aunque el primero debería de tener la potestad de controlar la dinámica de la acción.

Obviamente, las cosas cambiarán en función del sector en que opere la empresa y las características de cada puesto de trabajo. Por ejemplo, un ayudante digital del responsable de un departamento de compras de una compañía de alimentación podrá convenir directamente con el trabajador digital de un proveedor, tanto el precio como las condiciones de un determinado pedido. Otra opción pasa porque el trabajador digital del departamento de siniestros de una aseguradora negocie directamente las condiciones de reclamación del cliente con el trabajador digital de la parte contraria, rápido y sin fricciones, intercambiando pruebas documentales (videos, informes, contratos, etc) y llegando a un acuerdo relativamente objetivo entre las partes. Posteriormente, cada uno de sus responsables físicos será informado de la operación y dará su aprobación.

En cuanto a la propiedad intelectual, esa plantilla virtual pertenecerá a cada compañía y constituirá un activo intangible. Si la empresa se vende, esa base de talento podrá valorarse y transferirse de forma consentida al comprador. No obstante, antes de que se produzca esa transferencia, habrá que pensar en anonimizar ciertos datos asociados con el empleado; al fin y al cabo, parte de esa relación era privada.

Cuando un trabajador abandone la empresa, su trabajador digital quedará en la compañía. Este valioso agente, entrenado a medida para ese puesto de trabajo específico, estará listo para asociarse con el nuevo empleado que ocupe la plaza libre. El beneficio potencial puede ser relevante, ya que el agente tiene el know-how requerido para ayudar de forma sensible al nuevo trabajador. Posteriormente, el ayudante irá sintonizando sus características y funcionalidad, hasta conseguir que esa nueva asociación sea óptima.

El empleado también tendrá que formarse y aprender a gestionar eficientemente la relación con su agente IA, especialmente en lo que atañe a la forma en cómo le plantea sus consultas o le suministra información.

Otro aspecto relevante a considerar serán los riesgos éticos y de ciberseguridad, un asunto con mucho potencial para crear situaciones no deseadas.

Para conseguir que este ejército de agentes IA funcione adecuadamente, se requerirá una potente infraestructura. Aunque las aplicaciones con sistemas cercanos al usuario irán en aumento (edge), es en la nube dónde se concentrarán los principales recursos. Los denominados hyperscalers son los que ofrecen los Data Centers más avanzados a terceros (principalmente Amazon, Microsoft y Alphabet). Este mercado de frontera tecnológica tiene grandes barreras de entrada económicas y tecnológicas, por lo que esos hyperscalers están en una posición idónea para capitalizar esta gran oportunidad de mercado.

Hasta ahora, un modelo de negocio básico para los proveedores de la nube pasaba por facturar a sus clientes por espacio de memoria y capacidad de proceso utilizado, pudiendo contratar de forma flexible los recursos requeridos en cada momento.

Pero la consecuencia de la eclosión de la IA, según Huang, es que los data centers se convierten en fábricas de inteligencia, con miles de unidades de proceso especializadas para ejecutar sus algoritmos en paralelo. Un aspecto interesante es el proceso y gestión de los tokens. Cada token puede representar una palabra o el grupo de pixels de una imagen, por ejemplo. Muchos modelos de IA generativa descomponen la información en tokens y utilizan miles de ellos para dar respuestas en aplicaciones de texto e imágenes, como ChatGPT o DALL-E. La clave es que las compañías que ofrecen aplicaciones de esta índole están interesadas en suministrar y producir tokens de forma eficiente.

En una economía tokenizada, los hyperscalers buscan nuevas opciones de negocio que aporten más valor: la idea es facturar por token producido y tiempo de respuesta. El cliente ya no tiene que preocuparse del espacio de memoria o las unidades de proceso que requiere para su aplicación, sino que paga directamente por los tokens gestionados, que es la variable que interesa.

También se prevé que haya múltiples suministradores que ofrezcan agentes IA especializados. El aumento de productividad dependerá de poder seleccionar el agente IA más adecuado para cada situación, un mercado que promete ser muy competitivo y atomizado, repartido entre múltiples actores en la cadena de suministro de la IA.

Lo que no estará tan atomizado son ese conjunto de proveedores privilegiados de data centers de última generación, además de la propia Nvidia, que procesarán trillones de tokens y serán claros beneficiarios de la duplicación de las plantillas de trabajadores.

Xavier Alcober Fanjul es ingeniero y consultor.

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