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Cinco Días

Airbus, el modelo europeo para derrotar a los gigantes de EE UU

El éxito de la aeronáutica del Viejo Continente se puede replicar en más sectores y se basa en la integración competitiva de compañías de diferentes países

El presidente de Airbus en España, Javier Sánchez Segura, en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, el 7 de marzo en Madrid.
El presidente de Airbus en España, Javier Sánchez Segura, en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, el 7 de marzo en Madrid.ZIPI ARAGON (EFE)

Europa lleva tiempo bajo el síndrome del complejo de inferioridad, y la llegada de Donald Trump no ha hecho más que agrandar este sentimiento. La dependencia militar de Estados Unidos ha sido una constante durante más de cien años, pero a esto se ha unido la fuerza de los gigantes americanos de la tecnología, a los que en buena medida están subordinadas las empresas europeas. El sistema de valores occidentales está amenazado por gobernantes dispuestos a llevar al extremo las posibilidades destructivas de la inteligencia artificial (IA) y la desinformación. Si Europa quiere recuperar el terreno perdido, el manual de instrucciones está escrito en los informes que las instituciones europeas encargaron a Mario Draghi y Enrico Letta. Ahora falta el liderazgo político para pasar a la acción, como ya se hizo hace más de medio siglo con iniciativas como la creación de Airbus, un buen ejemplo de cómo superar a los gigantes americanos desde la cooperación de distintos países europeos.

A finales de la década de los 60 del siglo pasado, Estados Unidos tenía una cuota de mercado del 90% en la aviación civil, con dos grandes compañías (Boeing y McDonnell Douglas) actuando en régimen de duopolio mundial. Mientras, en Europa, una pléyade de pequeñas compañías se repartían las migajas. En ese contexto, en diciembre de 1967, los gobiernos de Francia, Alemania y Reino Unido deciden sumar fuerzas y encargan a sus empresas de aviación la construcción conjunta de un modelo de avión europeo que rompa con el dominio de EE UU. Esto deriva en la creación de Airbus en 1970, sin Reino Unido en el accionariado, aunque participa activamente en el proceso industrial. En 1972, el Airbus A-300 realiza su primer vuelo, modelo que es comprado por las aerolíneas bandera de los Gobiernos propietarios, Air France y Lufthansa. El espaldarazo llega en 1978 con un pedido de 23 aviones de Eastern Airlines, una compañía de la nacionalidad de Boeing.

Luego vino la ampliación de la familia, con los modelos A-310 y A-320, que hoy sigue siendo la joya de la corona de la compañía, y la causa de que en 1995 Airbus alcanzara una cuota de mercado del 30%. Dos años después se fusionaron Boeing y McDonnell Douglas para intentar dar respuesta al crecimiento de su competidor europeo. En 1999, la española Construcciones Aeronáuticas (CASA) se integró en la empresa Europea Aerospacial y de Defensa (EADS), que es como se llamaba el consorcio que fabricaba los Airbus. En 2000 salió la compañía a Bolsa y en 2013 se produjo el gran hito histórico: Airbus recibió más pedidos de aviones que Boeing, 1.503 frente a 1.355. La mejor manera de celebrarlo fue redenominar EADS como Airbus en 2014. El accionariado de la compañía ha ido sufriendo diferentes cambios, aunque siempre con el predominio de Francia y Alemania, cuyos Estados mantienen sendas participaciones del 10,8%, y España, a través de la SEPI, cuenta con un 4%.

55 años después de su fundación, Airbus lidera la aviación civil a nivel mundial. Cuenta con 155.000 empleados y factura 70.000 millones de euros. El impacto de Airbus en España es enorme, con 14.300 empleados directos y otros 60.000 inducidos, que trabajan para el ecosistema de empresas proveedoras que le suministran cada año piezas por valor de 2.200 millones. Airbus es la empresa clave de España en la industria aeronáutica civil y militar, con centros de trabajo en Madrid, Toledo, Albacete, Sevilla y la Bahía de Cádiz.

Francisco Javier Sánchez Segura, presidente de Airbus España, señalaba hace una semana, en un encuentro de Nueva Economía Forum, que Airbus tiene hoy una cartera de pedidos de más de 8.600 aviones; la mayor de la industria occidental, dijo. El problema es que, al ritmo de producción actual, tardarán más de 10 años en entregar las aeronaves comprometidas hasta ahora. Por eso, el gran reto que tiene hoy Airbus es atender la demanda en tiempo, a la vez que sigue innovando para el diseño de los nuevos modelos, y ofrece respuesta a las ingentes necesidades que les van a plantear los Gobiernos europeos.

En su comparecencia, Sánchez hizo un análisis de la situación de la industria de defensa europea que retrata a muchos otros sectores. En su opinión, el problema de Europa está en la dependencia y la fragmentación. La dependencia viene de que Estados Unidos compra el 100% de su material de defensa en su país, mientras que Europa solo compra el 20% en su territorio y el 80% restante fuera, casi todo en Estados Unidos. Y la fragmentación se refleja en que Europa producen 179 sistemas diferentes de armas (aviones, tanques, etc.), frente a los 33 de allí, lo que les hacen mucho más eficientes, señaló el presidente de Airbus España.

Para resolver estos problemas, Javier Sánchez rememora el origen de Airbus. “Para consolidar la industria aeronáutica se hizo un esfuerzo que hoy parece titánico. Hace 55 años los países fueron capaces de donar, ceder activos para la creación de ese gigante industrial que se basa en la competitividad y en la optimización del producto más allá de las naciones. Somos líderes a nivel mundial porque nuestros productos son los mejores, con precios y costes muy competitivos, lo que requiere que seamos capaces de optimizar la cadena industrial. Ese es el secreto”.

Y Sánchez también se apunta a pedir a las Administraciones que “no regulen tanto. Tenemos un exceso de regulación, sobre todo si nos comparamos con EE UU. Necesitamos que ayuden, no solo a Airbus, sino a cualquier proceso de consolidación que pueda darse en Europa, para que el resultante sea competitivo en cualquier ámbito. Si queremos competir con Estados Unidos, se tiene que favorecer que la consolidación industrial se haga con criterios competitivos”.

Lo que ha sido capaz de construir Europa en poco más de medio siglo se puede hacer en otros sectores denominados estratégicos, como el financiero, telecomunicaciones y energía. Los Gobiernos desarrollaron compañías de bandera en estos sectores, que se privatizaron total o parcialmente. Cada país ha procurado tener su campeón nacional. Hoy, con los avances que han realizado Estados Unidos y China en las grandes plataformas tecnológicas, de las que dependen muchos otros sectores, es imprescindible olvidar las ligas nacionales y pasar a un gran equipo europeo. Airbus es el camino.

Aurelio Medel es periodista y doctor en Ciencias de la Información


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