DeepSeek obliga a repensar el monocultivo tecnológico
El inversor deberá diversificar, y buscar fórmulas alternativas de jugar esta temática
Exagerar los efectos a corto plazo y, a la vez, subestimar los efectos a la larga es el error recurrente que cometen los mercados (que no dejan de ser un reflejo de las expectativas colectivas) a la hora de calibrar un cambio tecnológico. Con la precisión de un reloj suizo, los inversores tratan de cotizar en el presente avances de evidente trascendencia, pero cuya mecánica está aún sujeta al velo de la incertidumbre. Sin capacidad para hacer apuestas atinadas a un futuro lejano, pero con la necesidad de anticiparse a otros inversores en el día a día, la disonancia está servida.
El Nasdaq ha recuperado buena parte del terreno perdido tras un lunes en el que los futuros llegaron a caer el 5%. Pero esto no significa que DeepSeek haya sido una tormenta de verano; la posibilidad de entrenar un modelo de IA competitivo con una inversión en equipamiento mucho menos intensa, y el hecho de que una empresa china pueda competir con los mastodónticos proyectos de Silicon Valley, es un cambio de calado en el ecosistema. Pero sus consecuencias son más complicadas de calibrar; de entrada ni siquiera sabemos si habrá menos inversión en chips porque no hace falta o más porque surgirán más modelos de IA.
En todo caso, el papel de la IA como el rincón más efervescente de la economía sale reforzado, y no debilitado, de esta semana. Tampoco creen los expertos que las grandes tecnológicas estadounidenses vayan a sufrir en sus cuentas por el efecto de DeepSeek. Pero el impacto en la narrativa con la que el mercado, a falta de datos concretos, construye sus valoraciones es más tangible. Hasta ahora la operativa bursátil ha sido de carril único e indiscriminada: apostar por IA era apostar por un puñado de valores, siempre los mismos gracias a lo que parecía una ventaja competitiva insalvable. Una suerte de oligopolio de expectativas que ya no es tan evidente.
El viento de cola de los mercados además, tiende a retroalimentarse, y las subidas fáciles en Bolsa (la concentración extrema de los índices ha hecho innecesaria la selección de valores) trajeron aún más dinero, dejando como resultado unas valoraciones muy elevadas, y muy superiores a la del resto del mercado. Cabe esperar que a la luz del caso DeepSeek los inversores sean más sensibles ante estos ratios tan exigentes. La diversificación a varios niveles (geográfica, sectorial y de tamaño de empresas) es la receta que ya extendían los expertos antes del pasado lunes. Ahora con más razón, por más que la semana haya minimizado las caídas.