Los guerreros comerciales chocan por TikTok

Una cosa es sustituir equipos o prohibir la venta de chips, otra es impedir que 170 millones de estadounidenses utilicen una forma de comunicación muy popular

El logo de TikTok, mostrado en un cristal roto en una ilustración preparada.Dado Ruvic (REUTERS)

Las amenazas de aranceles o la prohibición de equipos eran la parte fácil. TikTok ilustra lo que ocurre cuando la guerra comercial se complica. Un tribunal federal estadounidense ha respaldado sin ambigüedades la afirmación del Gobierno de que la relación de la aplicación de vídeo con la matriz china, ByteDance, plantea problemas de seguridad nacional. Los aliados europeos están en guardia. La fecha límite de enero es una prueba decisiva.

TikTok recibió dos golpes el viernes. Primero, perdió un intento de anular una ley estadounidense que prohíbe la aplicación a menos que ByteDance se deshaga de ella. Los jueces opinaron que un esfuerzo bipartidista de varios años por parte del Congreso para investigar la popular aplicación fue suficientemente exhaustivo y persuasivo en su argumento de que TikTok tiene vínculos con Pekín y que recopila “grandes cantidades de datos”. La sentencia deja poco margen y echa por tierra la contraoferta de TikTok de aislar la información estadounidense.

El segundo fueron las acusaciones de injerencia electoral a través de campañas en TikTok en Rumanía, donde el máximo tribunal del país anuló los resultados de las elecciones. Bruselas ha pedido a la empresa que facilite más información sobre lo sucedido, un indicio de la rapidez con que se intensifican las denuncias delicadas sobre la aplicación. Los políticos estadounidenses y europeos muestran su preocupación por el auge de las empresas chinas y sus vínculos con el Estado. Los equipos 5G de Huwaei han sido prohibidos en EE UU, Alemania o Reino Unido.

TikTok, sin embargo, es mucho más espinoso. Una cosa es sustituir equipos o prohibir la venta de semiconductores. Otra es impedir que 170 millones de estadounidenses utilicen una forma de comunicación muy popular. Según Goldman Sachs, el mercado de los “creadores de contenido” puede alcanzar los 250.000 millones.

Los costes políticos son obvios. Donald Trump ya ha suavizado su postura sobre la aplicación. Y TikTok ha señalado que planea apelar, lo que les podría dar más tiempo. Si no funciona, la prohibición entrará en vigor el 19 de enero, un día antes de la toma de posesión de Trump. No está claro qué ocurrirá después, ni si el nuevo Ejecutivo dará marcha atrás. Pero todo se prepara para la prueba más dura del temple de los guerreros del comercio.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.

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