El duelo de ideas fiscales en EE UU pasa por alto un elefante de 4 billones

Las populistas propuestas de Harris y Trump palidecen al lado del final de los recortes fiscales fijados en 2017

Billetes de dólar.Nicky Loh (Reuters)

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos están engendrando propuestas fiscales populistas. Los candidatos, Kamala Harris y Donald Trump, han presentado planes para ayudar a los trabajadores del sector servicios, los padres y las personas mayores. Por muy provocativas que sean las ideas, pasan por alto el elefante en la habitación: los enormes recortes que van a expirar y que dominarán el debate político.

El dramatismo ha eclipsado la sustancia incluso más de lo habitual, con la inesperada renuncia del presidente Joe Biden a su probable nominación y Trump convirtiéndose en el prim...

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Las elecciones presidenciales en Estados Unidos están engendrando propuestas fiscales populistas. Los candidatos, Kamala Harris y Donald Trump, han presentado planes para ayudar a los trabajadores del sector servicios, los padres y las personas mayores. Por muy provocativas que sean las ideas, pasan por alto el elefante en la habitación: los enormes recortes que van a expirar y que dominarán el debate político.

El dramatismo ha eclipsado la sustancia incluso más de lo habitual, con la inesperada renuncia del presidente Joe Biden a su probable nominación y Trump convirtiéndose en el primer ocupante del Despacho Oval condenado por delitos graves. Las exenciones fiscales específicas son la rara excepción.

Tanto Harris como Trump han sugerido eliminar los impuestos federales sobre las propinas mientras hacían campaña en Nevada, donde los botones, camareros y crupieres pueden influir en la votación. Unos 4 millones de trabajadores, o el 2,5% de los empleados de todo el país, se verían afectados. Más de un tercio de ellos no ganaban lo suficiente como para deber dinero al Tío Sam en 2022 de todos modos, según el no partidista Laboratorio Fiscal de la Universidad Yale. Una exención también costaría al menos 10.000 millones de dólares al año, según estimaciones del Comité para un Presupuesto Federal Responsable.

Del mismo modo, ambos bandos quieren ampliar los créditos fiscales por hijos, aunque la legislación bipartidista que lo habría hecho fracasó recientemente en el Congreso. J. D. Vance, compañero de candidatura de Trump, apoyó aumentar el crédito de 2.000 a 5.000 dólares por hijo. Como senadora, Harris defendió un proyecto de ley que habría proporcionado hasta 6.000 dólares anuales de créditos reembolsables para las familias de ingresos bajos y medios.

Mientras tanto, Trump quiere dejar de gravar las prestaciones de la Seguridad Social, una idea que, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, reduciría los ingresos en 1,6 billones de dólares entre 2026 y 2035.

Todo esto palidece al lado del principal logro legislativo de Trump como presidente, gran parte del cual expirará a finales de 2025. La Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017, cuya prórroga costaría unos 400.000 millones de dólares al año (4 billones en 10 años), incluía tipos impositivos marginales más bajos y mayores deducciones estándar.

El impuesto de sociedades, rebajado del 35% al 21%, es permanente, pero también será un factor importante en cualquier negociación, especialmente si los demócratas controlan la Casa Blanca o el Congreso. Aunque Trump ha sugerido reducirlo aún más, mientras que el plan presupuestario de Biden proponía un 28%, los dos programas aún no se han desarrollado o explicado completamente. Harris tiene la intención de presentar su amplio proyecto económico a finales de esta semana.

Esto hace especialmente difícil calibrar la viabilidad de las golosinas de campaña que se ofrecen a los votantes en un país que ya gasta 1 billón de dólares al año en intereses para pagar el servicio de su deuda. El senador Mike Crapo, un republicano centrado en los impuestos, comparó 2024 con la “pretemporada” fiscal antes de que los jugadores salten al campo el año que viene. Y como cualquier aficionado a los deportes sabe, la pretemporada rara vez es un buen indicador de la realidad.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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