Le Pen no será otra Meloni
Si un Gobierno de Jordan Bardella actuara con cautela, decepcionaría a los votantes, pero hacerlo con decisión podría contrariar a los mercados
Jordan Bardella ya ha dicho que retrasará las medidas más caras de su programa si se convierte en primer ministro. Pero el protegido de Marine Le Pen no renegará de todas las promesas de su partido. Y la incapacidad, o falta de voluntad, del nuevo Gobierno para hacer frente a los problemas fiscales de Francia podría desencadenar un serio ajuste de cuentas en los mercados cuando presente su primer Presupuesto, en octubre.
La mayoría absoluta de Reagrupamiento Nacional (RN) es solo uno de los dos escenarios posibles; el otro es un parlamento indeciso. ...
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Jordan Bardella ya ha dicho que retrasará las medidas más caras de su programa si se convierte en primer ministro. Pero el protegido de Marine Le Pen no renegará de todas las promesas de su partido. Y la incapacidad, o falta de voluntad, del nuevo Gobierno para hacer frente a los problemas fiscales de Francia podría desencadenar un serio ajuste de cuentas en los mercados cuando presente su primer Presupuesto, en octubre.
La mayoría absoluta de Reagrupamiento Nacional (RN) es solo uno de los dos escenarios posibles; el otro es un parlamento indeciso. Los mercados no han entrado en pánico aún, aunque la Bolsa francesa ha bajado un 6% desde las elecciones europeas, frente al 2% del Stoxx Europe 600. Pero los traders parecen esperar que, si Bardella se convierte en primer ministro, opte por una vía moderada como la que parece seguir Giorgia Meloni en Italia. Es una ilusión, por tres razones.
La primera es que, aunque Bardella ha explicado que se tomaría su tiempo para aplicar sus propuestas, las que quiere anunciar ya este verano son caras. Recortar el IVA de la electricidad y los carburantes costaría más de 11.000 millones al año, según el Institut Montaigne. Eso compensaría los 10.000 millones en recortes de gasto previstos por Emmanuel Macron este año, y se sumaría a un déficit que ya ha saltado a más del 5% del PIB.
Bardella también tendría dificultades para ejercer un cargo en Italia, porque su partido nunca ha tenido ninguna responsabilidad a nivel nacional. Meloni fue ministra con Silvio Berlusconi y su Administración cuenta con políticos experimentados. RN no tiene exministros en sus filas, y solo podría confiar en la resignada conformidad de los altos funcionarios. Ni siquiera la prudencia de Bardella podrá sustituir a la experiencia. La economía francesa es débil, con un crecimiento potencial estimado por el FMI en el 1,3% a medio plazo. Además, es objeto de un procedimiento de “déficit excesivo” por parte de la UE.
Por último, Bardella tendría que gobernar con los ajustados plazos del calendario electoral. Las presidenciales están previstas para 2027, y Macron puede convocar otras legislativas anticipadas dentro de un año. Bardella tendría que actuar con rapidez para demostrar que las promesas de su partido de reducir el impuesto sobre la renta, aumentar el bienestar y nacionalizar las autopistas no son solo para crédulos. Actuar con cautela decepcionaría a los votantes. Pero hacerlo con decisión podría contrariar a los mercados.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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