Claves: los fondos mediopensionistas, y la guerra cultural de las Bolsas de EE UU
¿Por qué les llaman sostenibles, cuando quieren decir de transición?
En la vida, las cosas no son blanco o negro. Se puede invertir en energías contaminantes, como el petróleo, y también en renovables, como la eólica y la solar. El problema es que muchos fondos de inversión hacen eso, pero llevan la etiqueta de sostenibles, como si todo el monte fuera orégano. Hasta ahora lo han podido hacer porque la regulación era difusa, pero los supervisores financieros están poniendo manos a la obra a fin de combatirlo.
Deshacerse de toda su cartera contaminante no es fácil, y, como señala el fondo soberano noruego, puede ser contraproducente, porque a veces se pued...
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En la vida, las cosas no son blanco o negro. Se puede invertir en energías contaminantes, como el petróleo, y también en renovables, como la eólica y la solar. El problema es que muchos fondos de inversión hacen eso, pero llevan la etiqueta de sostenibles, como si todo el monte fuera orégano. Hasta ahora lo han podido hacer porque la regulación era difusa, pero los supervisores financieros están poniendo manos a la obra a fin de combatirlo.
Deshacerse de toda su cartera contaminante no es fácil, y, como señala el fondo soberano noruego, puede ser contraproducente, porque a veces se puede hacer más desde dentro, presionando a los gestores. Así que unos cuantos fondos pasarán a ser de transición, mediopensionistas, el equivalente a los vehículos híbridos. Es una denominación más realista para muchos de ellos, y, en general, para las políticas de los Gobiernos, que tienen que hacer lógicos equilibrios entre las necesidades energéticas de los ciudadanos y los objetivos de descarbonización y de autonomía de suministro. Aurea mediocritas, decían los clásicos: en el término medio está la virtud.
La esperada bajada de tipos del BCE puede ser solo un brote verde primaveral
El momento lleva tanto tiempo en boca de todos, que casi no será noticia que, como se espera, el BCE baje hoy los tipos de interés. Será casi un movimiento psicológico, un estímulo para los que deben pagar su hipoteca o para las empresas ahogadas por la deuda, pues no hay indicios de que vaya a haber nuevos recortes a corto plazo. La inflación sigue siendo significativa, aunque ya no desbocada, y las materias primas y la energía son muy vulnerables a leves alteraciones del statu quo. Así que lo de hoy será más bien un brote verde primaveral, que bien podría secarse cuando llegue el otoño.
Texas explota la guerra cultural de las empresas de EE UU
La guerra cultural –eufemismo de política– de EE UU está llegando a los mercados financieros. Blackrock y Citadel Securities quieren lanzar una Bolsa en el estado de Texas, para contrarrestar el peso de Wall Street, y aprovechar el creciente atractivo del estado sureño y sus rebajas fiscales para las compalías que escapan de regulaciones como la exigencia de Nasdaq de diversidad en los consejos, o la legislación de California. Incluso Apple, que no tiene especial simpatía por el Partido Republicano, está construyendo en Austin, la capital de Texas, su segundo campus más grande. Se está formando, pues, un tercer gran polo empresarial en medio de Estados Unidos, con Elon Musk y su Tesla como empresa de bandera.
La frase del día
“Las fuerzas armadas chinas están reclutando enérgicamente talentos militares occidentales para entrenar a sus aviadores, utilizando empresas privadas de todo el mundo que ocultan sus vínculos y ofrecen salarios exorbitantes”
Michael Casey, director del Centro Nacional de Seguridad y Contrainteligencia de EE UU
Oficinas (bien) diseñadas para obligar a la gente a moverse
Que las impresoras o el baño estén colocadas a mucha distancia de los escritorios de la oficina puede no ser un fallo de diseño, sino todo lo contrario: parte de un plan para que los trabajadores se muevan de vez en cuando. Las mesas ajustables, que permiten trabajar de pie y sentado, son otra opción. Hay incluso ejecutivos que se ponen una cinta de correr para hacer ejercicio mientras despachan sus tareas, o que hacen las reuniones mientras pasean (como en las películas y las series estadounidenses, tipo El ala oeste de la Casa Blanca).
Son distintos trucos para salir del sedentarismo crónico, que a menudo ofrece paradojas: cogemos el ascensor para subir solo dos plantas, y luego vamos al gimnasio para compensar.
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