La OPV de Puig ofrece un aroma de prestigio
Las fragancias prémium parecen capaces de desafiar el pesimismo de los consumidores
Puig, proveedora de los icónicos perfumes Rabanne, quiere cotizar en la Bolsa de Madrid. Con 2.500 millones de euros o más (1.250 millones de ellos en acciones nuevas), los ingresos previstos podrían convertirla en la mayor salida a Bolsa de Europa en lo que va de año, según datos de Dealogic. El apetito de los inversores por las ofertas públicas de venta europeas sigue siendo moderado. Sin embargo, el creciente atractivo de las fragancias prémium puede convertir al grupo catalán en un raro punto brillante.
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Puig, proveedora de los icónicos perfumes Rabanne, quiere cotizar en la Bolsa de Madrid. Con 2.500 millones de euros o más (1.250 millones de ellos en acciones nuevas), los ingresos previstos podrían convertirla en la mayor salida a Bolsa de Europa en lo que va de año, según datos de Dealogic. El apetito de los inversores por las ofertas públicas de venta europeas sigue siendo moderado. Sin embargo, el creciente atractivo de las fragancias prémium puede convertir al grupo catalán en un raro punto brillante.
Fundado hace más de un siglo, el conglomerado de belleza de propiedad familiar duplicó con creces sus ingresos hasta 4.300 millones de euros entre 2019 y 2023, lo que equivale a un crecimiento anual compuesto de aproximadamente el 20%. El año pasado, el grupo dirigido por Marc Puig tuvo un cómodo margen de ebitda del 20%. Eso es gracias a una combinación de crecimiento más rápido en nombres propios como Jean Paul Gaultier y Carolina Herrera y adquisiciones de otros nuevos, incluida la marca de maquillaje y fragancias de nicho Byredo en 2022 y el actor de cuidado de la piel Charlotte Tilbury en 2020.
A pesar de su reciente y rápida expansión, los ingresos anuales de Puig son solo una décima parte de los del gigante francés de la belleza L’Oréal y una cuarta parte de los de la estadounidense Estée Lauder. El grupo con sede en Barcelona obtiene la mayor parte de sus ventas de los perfumes, más que del maquillaje o el cuidado de la piel. Aun así, si se valora al múltiplo medio de 22,5 veces el ebitda de 2023 de estas dos empresas, que también está en línea con la valoración que Kering pagó por la marca de perfumes prémium Creed, el valor del grupo catalán podría ser de 19.000 millones de euros, incluida la deuda. Esto es según nuestros cálculos, basados en datos de LSEG y el ebitda de Puig para 2023, de 850 millones de euros.
Estas valoraciones pueden parecer un poco ambiciosas para los inversores, sobre todo porque tendrán poco que decir en una empresa que seguirá estando controlada por la familia Puig a través de acciones con múltiples derechos de voto. También existen referencias de valoración más conservadoras. Galderma, fabricante de cosméticos y productos de relleno para dermis, que acaba de salir a Bolsa en Suiza, cotiza a unas 20 veces el ebitda del año pasado. Este múltiplo supondría un valor de empresa más adecuado para Puig, de 17.000 millones de euros.
La historia de las salidas a Bolsa en Europa en lo que va de año no es muy prometedora, con el minorista de productos de belleza Douglas desplomándose tras su OPV, a pesar de ofrecer un descuento. Una lección es que el éxito requiere una empresa sólida y una valoración razonable. Sin embargo, las fragancias prémium de gama alta parecen capaces de desafiar el pesimismo de los consumidores provocado por la inflación, como demuestra la capacidad del conglomerado Coty para batir las previsiones de Wall Street gracias al éxito de la demanda del perfume de gama alta Burberry Goddess.
Para los inversores, la OPV de Puig podría ofrecer la oportunidad de respirar un soplo de prestigio.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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