Pablo Casado y su fondo para invertir en 15 empresas vip: ¿Llega tarde a la fiesta de la defensa?
Circula entre inversores la presentación de su fondo Hyperion, que aspira a levantar 150 millones para entrar en pequeñas joyas ‘ocultas’ del sector
Los gastos en defensa de los miembros europeos de la OTAN se situaban allá por el año 2008, antes de la hecatombe provocada por la quiebra de Lehman Brothers, en 187.000 millones de euros. Una cifra ya alejada, en cualquier caso, de los más de 250.000 millones que hubiera implicado seguir la directriz del organismo multilateral y destinar al sector un 2% del Producto Interior Bruto (PIB). El golpe financiero desencadenó un período de infrainversión salvaje, al punto que hubo que esperar a 2019 para recuperar los niveles precrisis. La invasión rusa de Ucrania, en 2022, supuso un punto de inflexión y fue el definitivo catalizador para una inversión creciente, que debería rebasar los 450.000 millones en 2025 y el billón de euros en 2030. Desde luego, Europa debe dar un paso al frente. De los 1,04 billones invertidos por los miembros de la OTAN en 2022, EE UU aportó 713.470. Un terreno abonado para los proyectos empresariales que busquen subirse al nuevo paradigma.
Las cifras anteriores, recogidas por la consultora McKinsey y la Agencia Europea de Defensa (EDA, por sus siglas en inglés), alientan Hyperion, el proyecto aeroespacial, de ciberseguridad y defensa alumbrado con fanfarria y oropel por Pablo Casado en el arranque del año y ya con credenciales ante la Comisión Nacional del Mercado Valores (CNMV). En su presentación a inversores, a la que ha tenido acceso CincoDías, el fondo aporta datos adicionales a los ya planteados durante el anuncio de la iniciativa, con un target definido de 15 empresas en las que invertir los 150 millones proyectados como “tamaño objetivo” del vehículo durante los diez años de vigencia que se estipulan. El plan pasa por que el porcentaje de las adquisiciones no supere el 50% del capital -aunque el fondo sí pretende disponer de representación en los diferentes consejos de administración- y por un horizonte estimado de cada apuesta en el entorno de los cuatro años. La firma, gestionada por Singular Asset Management, contempla una TIR (retorno esperado) no poco ambicioso, de hasta el 25%, en términos brutos, y del 18.83%, en netos. En línea con otras firmas de esta índole, apunta una comisión de gestión del 2% y una de éxito del 20% con un hurdle (nivel mínimo de rendimientos obtenidos para recibir la comisión) del 8%.
Diferentes fuentes del sector de la defensa ponen en valor la calidad del fondo y rebaten los prejuicios que pudiera implicar la presencia del expresidente del PP en su equipo ejecutivo. “Es fácil frivolizar por la vinculación política de Casado, pero no parece la idea de un aventurero. Al menos los integrantes del proyecto conocen muy bien el sector”, expone un alto ejecutivo de una empresa del sector. Por ejemplo, junto a Casado, dirigirá el fondo Joaquín Ortiz Escobar, con experiencia en SAPA Placencia y exasesor industrial del Ministerio de Defensa y del Gobierno en seguridad nacional. También se rastrean apellidos ilustres en la estructuración de las operaciones financieras, con la presencia de Ricardo Gómez-Acebo Botín, sobrino de la presidenta del Santander, con recorrido en Longrass Ventures y Morgan Stanley. Por otra parte, es difícil no percibir en el consejo asesor la mano de Casado y de su agenda internacional, forjada en parte durante los años como jefe de gabinete de José María Aznar, entre 2009 y 2012, bajo el paraguas de la Fundación FAES. El político abulense fue incluso uno de los pocos invitados al exclusivo foro de Bildelberg en 2022, cuando ya no figuraba al frente del PP. En el cónclave aparecen el exsecretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen; la ex subsecretaria de Estado para asuntos globales de Estados Unidos Paula Dobriansky, o la exministra francesa de Defensa Michéle Alliot-Marie. No se trata de advenedizos.
Otra cosa es que el proyecto pueda lograr los retornos previstos en este punto. “Probablemente se plantee tarde. Esa es la sensación que hay en el sector con este tipo de fondos, que han florecido tras la guerra de Ucrania. Obviamente, se trata de iniciativas que van a invertir en pymes o startups que necesitan un tiempo de maduración. Es decir, no van a recoger los frutos del bum provocado por la nueva situación geoestratégica. Para eso había que estar posicionado antes”, expone esta fuente. Tal vez ese escenario explica el hincapié que hace Hyperion en atacar sectores paralelos, como el aeroespacial o el de ciberseguridad. No es casualidad que, Indra, por ejemplo, aspire a facturar 1.000 millones en 2030 gracias a su nueva filial espacial, con Hispasat como principal piedra de toque. Incluso otras compañías, con apetito por diversificar su crecimiento, como Telefónica, podrían estar planteándose desarrollar estas ramificaciones del sector de la defensa como líneas estratégicas de crecimiento. Un fondo pequeño como Hyperion bien podría hacer fortuna en un mercado en el que proyectos de mayor dimensión conviven con un porcentaje enorme de pequeñas y medianas empresas necesitadas de ganar tamaño o encontrar compañeros de viaje. De las principales 500 firmas de la industria, el 85% son pymes.
Ese planteamiento enlaza también con el giro que está experimentando la aplicación de las denominadas tecnologías duales. Si tradicionalmente los desarrollos militares terminaban encontrando un uso civil, cada vez más los procesos tecnológicos transitan a la inversa, es decir, con las innovaciones civiles abriéndose paso en el entorno militar. Es el caso de la llamada combat cloud -nube de combate o nube táctica-, que supone aprovechar las ventajas de la nube -en la rapidez para el suministro de información y la gestión de datos- a los sistemas de combate y a la toma de decisiones sobre el terreno.
Más inquietante respecto a las estimaciones del fondo es el impacto de los imprevistos políticos, como la ausencia de cuentas públicas este año y la prórroga presupuestaria. Sánchez acudirá a la cumbre de la OTAN en Washington, entre el 9 y 11 de julio, con muchas dificultades para cumplir con el compromiso de dedicar a defensa el 2% del PIB, ante el bloqueo de las partidas de gasto. “Se va a perder un Presupuesto, que habrá que compensar de aquí a 2030″, se expone con resignación desde una firma afectada. “El sector da para lo que da. ¿Hay empresas emergentes más o menos fuera de foco? Mira Arquimea. ¿Habrá operaciones de consolidación? Seguro. ¿Muchas? No se pueden pedir milagros”. Casado y la necesidad de que se alineen los astros.
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