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Análisis
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

No hay que sobredimensionar ciertos riesgos sobre la inflación

Las predicciones de producción de la OPEP+ pueden estar hipervalorando la demanda china cuando las perspectivas económicas del país no son positivas

petróleo
Amr Nabil (AP)

Con los principales bancos centrales del mundo próximos a poner punto final a las subidas de tipos, son varios los interrogantes que todavía despierta la inflación en las economías occidentales. La visibilidad de los ajustes monetarios en el crédito es cada vez más evidente, pero la demanda embalsada todavía se muestra relativamente resistente, mientras que la buena salud del mercado laboral y el aumento de los salarios juegan a favor de que el consumo no decaiga como cabría esperar.

A pesar de que el IPC general ha ido moderando, diversos factores de riesgo al alza sobre los precios han vuelto a emerger. En un momento en que la guerra en Ucrania se vuelve cada vez más impredecible, la contraofensiva del ejército ucraniano y los ejercicios de guerra que llevará a cabo la OTAN a principios de 2024 tendrá la réplica de Rusia. En los mercados de commodities, habrá una natural reacción en la cotización del gas natural, la cual ha estado a lo largo del verano reflejando los temores hacia el normal suministro derivado de los problemas de las huelgas en las plantas de gas natural licuado de Australia y los prolongados programas de mantenimiento de Noruega.

La volatilidad de la energía es un problema para los bancos centrales, cuyas herramientas son estériles ante los problemas de suministro. Para complicar aún más el panorama, en los próximos meses el encarecimiento de los precios del combustible añadirá presión al coste del transporte, lo que aumentará el precio final que los clientes tienen que pagar. Además, las últimas acciones de la OPEP+ recortando el suministro han añadido ruido. El cártel apuntaba en su último informe que espera una disminución pronunciada de las reservas mundiales de petróleo, concretamente en 3,6 millones de barriles al día en los próximos tres meses.

No obstante, ciertas particularidades a considerar. En su informe de septiembre, el organismo mantenía sin cambios sus previsiones de crecimiento de la demanda mundial en 2,4 millones barriles de petróleo diarios (bpd), estimaba una demanda mundial total de 102,06 millones de bpd y mejoraba las perspectivas para 2024. En el próximo año, el organismo apuntaba un crecimiento de la demanda en 2,2 millones de bpd y estimaba una demanda mundial total de 104,3 millones de bdp, justificando este incremento en la mejora del escenario económico en China. Las estimaciones de la OPEP+ para 2024 difieren de las publicadas por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que proyecta un crecimiento más modesto (más de 900 millones de bpd), de acuerdo a un crecimiento del PIB por debajo de la tendencia y a una disminución estructural en el uso de combustible para el transporte por carretera en los principales países.

Las predicciones de la OPEP+ podrían estar sobredimensionando la demanda china, cuando los riesgos sobre la actividad del gigante asiático son a la baja. La economía de China no se ha recuperado como se esperaba después de tres años de bloqueos pandémicos, lo que ha generado una preocupación global dada la relevancia del gigante asiático en el mundo y ha abierto el debate sobre la posibilidad de que exporte deflación. China representa aproximadamente el 17% de la economía mundial y un 14,9% de la demanda total en el año 2022.

Por el momento, las perspectivas hacia la actividad china no son positivas y la información es ambigua. El sesgo de los indicadores adelantados de actividad, como los PMI relativos al sector manufacturero, en líneas generales, ha ido apuntando a un paulatino deterioro (con perdón del último dato de agosto), si bien ha diferido de la información interna que nos ha llegado. Por ejemplo, según los datos del Ministerio de Transporte, la movilidad por auto continuó aumentando y en julio se habrían realizado un total de 8.210 millones de viajes de pasajeros en zonas urbanas, una expansión interanual del 14,7%.

Desde nuestro punto de vista, la actividad china acabará remontando, considerando la posición constructiva de las autoridades del país. Las previsiones de crecimiento para el presente año siguen en torno al 5% y parte de los problemas que estamos viendo en el sector inmobiliario chino se debe a las propias medidas contractivas llevadas a cabo por el propio politburó. Hay que considerar que China cuenta a su vez con herramientas de política monetaria y fiscal para darle el impulso necesario a la economía.

En el momento actual no hay que desdeñar el papel que China puede tener en la evolución del consumo mundial de petróleo en lo que queda de año y el próximo. Aun así, en un marco de mayor debilidad global, el recorte adoptado por la OPEP+ buscaría más consolidar los precios del petróleo, considerando que los niveles de inflación mundial elevaron las estimaciones de equilibrio fiscal del petróleo para varios productores del cártel. Según el FMI, Arabia Saudí necesita un precio de equilibrio de petróleo de 80,9 dólares/barril para 2023 (81,5 dólares/barril el Brent en el promedio del año) para equilibrar su presupuesto fiscal. Las medidas de la OPEP+ tendrán su efecto en la inflación, pero la falta de un repunte visible en los breakeven, a pesar de la subida del precio del petróleo, apunta a que estos avances se deben principalmente a la oferta, no a la demanda, por lo que no habrá que sobredimensionar su efecto.

Mariano Valderrama es Jefe del Departamento de Análisis de Intermoney

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