El éxito de China con los chips es incierto
El nuevo teléfono de Huawei demuestra que el país puede hacer hardware de vanguardia pese a las restricciones de EE UU, pero el futuro es difícil
El nuevo teléfono de Huawei demuestra que China puede hacer hardware de vanguardia pese a las restricciones de EE UU. Pero la capacidad del país para ampliar su éxito de forma rentable sigue sin estar clara.
La firma no explica cómo han acabado los chips de siete nanómetros en la nueva serie Mate 60 Pro. Un análisis de TechInsights demuestra que los procesadores Kirin 9000s se hicieron en China. Sus observaciones sugieren que SMIC los produjo sin las sofisticadas herramient...
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El nuevo teléfono de Huawei demuestra que China puede hacer hardware de vanguardia pese a las restricciones de EE UU. Pero la capacidad del país para ampliar su éxito de forma rentable sigue sin estar clara.
La firma no explica cómo han acabado los chips de siete nanómetros en la nueva serie Mate 60 Pro. Un análisis de TechInsights demuestra que los procesadores Kirin 9000s se hicieron en China. Sus observaciones sugieren que SMIC los produjo sin las sofisticadas herramientas de litografía ultravioleta extrema de la holandesa ASML. Otros componentes proceden de proveedores no nacionales, pese a las sanciones. Todos los chips de memoria parecen venir de una gama heredada de la coreana SK Hynix, pese a que esta dijo que no ha hecho negocios con Huawei desde antes de que se introdujeran los vetos.
Los regocijados internautas y los medios estatales no perdieron tiempo en pregonar estos logros, mientras los consumidores patrióticos impulsan las ventas. Huawei elevará sus objetivos de pedidos de la serie Mate en un 20%, hasta los 40 millones, según los medios.
Lo que sigue sin estar claro es la precisión con la que SMIC puede imprimir diseños en obleas minúsculas; cualquier fallo en esta muy sensible tecnología podría reducir el rendimiento. La firma tiene menos experiencia con ella que TSMC. Que el Mate 60 Pro se agotara días después de lanzarse plantea si los volúmenes estaban limitados por los chips disponibles.
SMIC ya está bajo presión. Esta firma de 26.000 millones de euros, entre cuyos inversores está un fondo estatal, dijo que el margen bruto se redujo a la mitad en el primer semestre. Para seguir alcanzando hitos necesita gastar grandes sumas: los costes de I+D crecieron dos puntos respecto a 2022, hasta 322 millones de euros o el 11,4% de los ingresos, por encima del 8,7% declarado por TSMC en su trimestre más reciente.
El apoyo estatal es generoso, y puede crecer. SMIC ingresó 104 millones en subvenciones en enero-junio, y Pekín prepara un fondo de 37.000 millones para generar más liquidez para la industria. Pero el ritmo de progreso depende tanto de la cantidad como de la eficacia de la inversión de los fabricantes. Los llamativos teléfonos de Huawei han acaparado la atención: los menguantes márgenes de SMIC merecen el mismo escrutinio.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDíasEl
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