Los límites de la fonética y el poder desculpabilizador del aceite de cocina
La justicia tumba la marca de vino Dacán (no confundir con Macán)
¿Dónde termina la semejanza fonética entre dos marcas? Es un asunto difícil de dilucidar, y a veces hay que recurrir a ponerle apellidos a un nombre para subrayar la diferencia; aunque en ocasiones ni con eso es suficiente, como ha comprobado la bodega Vega Clara, que insistía en registrar la enseña Dacán, similar a Macán, de Benjamin de Rothschild-Vega Sicilia. Primero fue la Oficina de Patentes y Marcas la que la rechazó; a la segunda, lo intentantaron añadiendo el nombre de la empresa, es decir, con Dacán Vega Clara, y la agencia lo dio por bueno. Pero ahora el Tribunal Superior de Justicia...
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¿Dónde termina la semejanza fonética entre dos marcas? Es un asunto difícil de dilucidar, y a veces hay que recurrir a ponerle apellidos a un nombre para subrayar la diferencia; aunque en ocasiones ni con eso es suficiente, como ha comprobado la bodega Vega Clara, que insistía en registrar la enseña Dacán, similar a Macán, de Benjamin de Rothschild-Vega Sicilia. Primero fue la Oficina de Patentes y Marcas la que la rechazó; a la segunda, lo intentantaron añadiendo el nombre de la empresa, es decir, con Dacán Vega Clara, y la agencia lo dio por bueno. Pero ahora el Tribunal Superior de Justicia considera que los ojos del consumidor se fijan solo en la llana sonoridad de la sílaba cán, ignorando el añadido. El conflicto recuerda a la costumbre de poner nombres falsos, pero casi idénticos a los originales, a los artículos de ropa o lujo pirateados.
Vega Clara ha renombrado su vino como D’Acann, que tiene sonoridad literaria, como de novela de mosqueteros. ¿Se conformará Vega Sicilia? ¿O volverán una y otra empresa a jugar a esta especie de Wordle corporativo?
Digi puede pescar en el río revuelto de la fusión de Orange España y MásMóvil
A fusiones revueltas, ganancia de pescadores. Digi se postula como la gran beneficiada de la unión de Orange España y MásMóvil, que con casi toda seguridad tendrán que ceder parte de sus activos para que la Comisión Europea apruebe la operación. La compañía rumana, que ha crecido enérgicamente gracias a un gran apalancamiento, se situaría así al nivel de las tres grandes telecos del país.
Garantizar la competencia exige hacer concesiones constantes: por un lado, reducir la capacidad de las empresas más grandes, y por otro, engordar a las medianas, porque hacerlo con las pequeñas sería demasiado esfuerzo.
Los asalariados tampoco tienen fácil crear una empresa, si quisieran
Los expertos consideran que muchos autónomos lo son a la fuerza, y eso explica que cuando el mercado laboral va bien, o moderadamente bien (como ahora), el número de autoempleados crezca menos que el de asalariados. Desde luego, se entiende que los trabajadores prefieran ahorrarse las crecientes dificultades que se les plantean a los autónomos, empezando por la ingente burocracia que sufren las empresas en general.
Se puede decir, cogiendo el argumento por los cuernos, que muchos asalariados lo son también casi a la fuerza, porque intentar crear una empresa es demasiado complicado. Aunque eso tampoco es necesariamente malo: el tejido corporativo está muy atomizado, lo cual redunda en perjuicio de la productividad y las economías de escala.
La frase del día
No buscamos desvincularnos de China, buscamos mantener nuestra relación comercial de 700.000 millones de dólares, y esperamos que esa relación pueda proporcionar estabilidad a la relación general
Gina Raimondo, secretaria de Comercio de EE UU
El aceite de cocina sirve para hacer jabón... y para coger el avión sin culpa
El aceite de cocina usado sirve para hacer jabón, pero también para alimentar el motor de los aviones. El biocombustible SAF (Fuel Sostenible de Aviación, en inglés), cuya producción utiliza también residuos orgánicos, va a ir introduciéndose poco a poco, por ley, en los vuelos, desde el 2% en 2025 hasta el 70% en 2050. Para cumplir esos plazos hará falta una enorme inversión de compañías energéticas como Cepsa, que suministrará el citado fuel a Air Europa para su ruta Madrid-La Habana, antes de que sea obligatorio.
Los que viajan en avión y se sienten culpables por el efecto ambiental podrán, así, cogerlo con la conciencia tranquila. Eso sí: hasta que la ciencia abarate la fabricación de SAF, tendrán que asumir el coste del cambio.
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