Los que saben pedir dinero público, el impacto no tan repentino del calentamiento global, y la abarrotada ola de los chips
Las ayudas del Estado llegan con frecuencia a los que no lo necesitan, pero saben solicitarlo
Solo hay algo peor que el hecho de que el dinero público no llegue al que lo necesita: que llegue al que no lo necesita. Es lo que sucedió durante la pandemia con las ayudas directas a pymes, según un análisis del Banco de España. Solo el 15% de los 3.200 millones de euros dirigidos a ellas llegaron a las que sufrieron problemas de solvencia derivados de las restricciones por el virus; de la gran mayoría se beneficiaron empresas que no tuvieron problemas de solvencia.
Se confirma en este caso la sospecha recurrente de que el dinero de todos acaba llegando más bien a los ciudadanos o empresas que saben moverse en los vericuetos burocráticos, que a aquellos que de verdad están en precario, posiblemente porque bastante esfuerzo les exige sobrevivir al día a día. Dada la hecatombe que supuso el Covid para el tejido de pequeñas y medianas empresas, es aún más grave esta ineficiencia en el reparto del apoyo del Estado. Urge –desde hace tiempo– una revisión exhaustiva de los organismos y los procesos administrativos que rigen la concesión del auxilio gubernamental.
Zielo, el centro comercial cuyos usuarios no miran mucho la etiqueta
De Madrid al cielo... y de Pozuelo al Zielo, el centro comercial propiedad de UBS Asset Management, que acaba de ponerlo a la venta. El atractivo principal de este conjunto de tiendas es que sus visitantes pertenecen al municipio con mayor poder adquisitivo medio de España, Pozuelo de Alarcón, así que sus quizá no miran demasiado la etiqueta. La recuperación de los comercios físicos tras la pandemia, pese al fortalecimiento de las ventas online, ha llevado a su propietario a buscar un comprador tras ocho años de titularidad. Es un periodo, por lo demás, habitual en este tipo de inversiones.
El impacto del clima en el turismo no será tan repentino como el de un virus
Con los hoteles españoles y mediterráneos en general funcionando a pleno rendimiento, cuesta ver los peligros que, según bastantes analistas, supone el calentamiento global para el turismo de la región. Es posible que los viajeros europeos duden más sobre si ir a destinos del Mare Nostrum, pero quizá tenga más que ver, al menos por ahora, con los disparados precios que han fijado los hoteleros para recuperar lo perdido durante la pandemia. Además, como señala algún experto, si la temporada cálida se alarga, meses como mayo u octubre pueden volverse más atractivos para los viajes. El calentamiento terrestre, aunque innegable, no aumenta las temperaturas tan rápido como para provocar un vacío drástico de las reservas; no es un virus en plena expansión, para entendernos.
La frase del día
“Que la gobernación dependa de un prófugo de la justicia, que realmente puede decidir en el Estado sin renunciar a acabar con el Estado, es triste en términos generales”
Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha
Arm se sube a la ola de los chips, que empieza a estar abarrotada
Todo el mundo quiere a Arm. El diseñador de chips prepara su OPV, y está en el punto de mira de Amazon, Apple, Nvidia o Intel, que pretenden adquirir participaciones, a pesar de que ninguna tendrá voz en el consejo de administración, según la propia Arm, filial de Softbank. El objetivo de la emisión es captar capital para ampliar su mercado, que ahora se centra en los aparatos de consumo, y abarcar también la deseada inteligencia artificial. El proyecto suena mejor que otros previos de Softbank, como WeWork, aunque la fiebre por los chips y por la IA empieza a parece un poco hinchada. Hay negocio para muchas empresas, pero no está claro que tanto, ni para tantas. Arm no tiene casi competencia, pero algunos fabricantes de chips preparan una nueva firma diseñadora.
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