La coincidencia de la izquierda y el PP y las inesperadas desdichas de Gamesa

Sumar y los populares plantean nuevos impuestos para las empresas

La vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y Economía Social y líder de Sumar, Yolanda Díaz, el pasado 2 de julio.Eduardo Parra (Europa Press)

La izquierda no se aclara: tan pronto lamenta que el bono social eléctrico beneficie a todas las familias numerosas, sin importar su renta, como propone (Sumar) una herencia universal de 20.000 euros para todos los jóvenes. Según Íñigo Errejón, “es progresiva porque la pagan los millonarios”. Exactamente igual que el bono social eléctrico, claro. Sumar propone un nuevo impuesto a las constructoras y las ...

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La izquierda no se aclara: tan pronto lamenta que el bono social eléctrico beneficie a todas las familias numerosas, sin importar su renta, como propone (Sumar) una herencia universal de 20.000 euros para todos los jóvenes. Según Íñigo Errejón, “es progresiva porque la pagan los millonarios”. Exactamente igual que el bono social eléctrico, claro. Sumar propone un nuevo impuesto a las constructoras y las inmobiliarias para sufragar esa herencia, destinada, por ejemplo, a comprar una casa... en cuyo precio bien podría repercutir se ese hipotético tributo. Mientras, el PP coincide en querer aumentar la presión fiscal sobre las empresas, al tiempo que vuelve a las andadas de su históricamente incómoda relación con las renovables. Anuncia una tasa por proyecto para pagar el coste de “desbloquear” los permisos; o sea, para financiar el “incremento de medios necesario”. No suena bien (suena a otros tiempos o lugares) que los empresarios deban hacer pagos específicos al Estado para que avance la burocracia. Al sector energético, que se sentía más o menos tranquilo con la posible llegada de Feijóo al Gobierno, no le hará mucha gracia este impuesto disfrazado de tasa administrativa.

Las inesperadas desdichas de Siemens Gamesa, una compañía destinada al éxito

Siemens Gamesa lucha contrarreloj para evitar una avería, que sería grave, en alguno de sus aerogeneradores: hasta el 30% están en revisión. La filial de Siemens Energy teme que el alcance de los problemas en la fabricación de las turbinas sea mucho mayor que los 1.000 millones de euros que ha provisionado hasta ahora; UBS calcula que puede ser de hasta 5.000 millones. Después de distintos profit warnings por las dificultades de la cadena de suministro, la situación se ha complicado de mala manera en una empresa a priori destinada a capitalizar con enorme éxito la transición ecológica.

Tampoco los bajistas encuentran el talón de Aquiles de las tecnológicas

Los bajistas de las tecnológicas se enfrentan a enemigos poderosos, capaces de resucitar una y otra vez con la enésima promesa de revolución intelectual. Ahora es la inteligencia artificial la que aúpa a empresas como Microsoft, Alphabet o Nvidia, pero de paso también a Apple o Tesla.

Ni siquiera el enfriamiento del consumo y las previsiones de recesión, o al menos de estancamiento, están frenando a los inversores, y los bajistas están empezando a rendirse y a deshacer sus posiciones, lo que impulsa aún más a los valores.

A lo mejor habrá que preguntar a ChatGPT o a alguna de sus colegas cuál es el punto flaco de las empresas que les han dado vida. Quizás alguna tenga el típico conflicto paterno-filial y esté dispuesta a contarlo.

La frase del día

“Nuestros amigos británicos pueden visitar Francia sin miedo [a los disturbios]. Es un país seguro, un Estado de derecho. La seguridad de los turistas está garantizada”

Bruno Le Maire, ministro de Economía francés

Threads, otra oportunidad para que los tuiteros cumplan sus amenazas de irse

Coincidiendo con otro episodio de caos (más del cotidiano) en Twit­ter, Meta lanzará este jueves Threads, una nueva red social que aspira a rivalizar directamente con la de Elon Musk. Estará vinculada a Instagram, lo que le da acceso directo a millones de usuarios, aunque no parece que sus públicos objetivos sean demasiado similares.

Los tuiteros que llevan meses amenazando con irse de la plataforma tras la llegada del fundador de Tesla tendrán una nueva oportunidad para materializarlas, puesto que Mastodon o Bluesky (del fundador de Twitter, Jack Dorsey) siguen sin captar la masa crítica que necesitan las compañías de internet para convertirse en hegemónicas, y atraer de ese modo a la gran mayoría de clientes de sus competidores.

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