El desafío de digitalizar el presente y acelerar hacia el futuro
La fusión del mundo físico y el mundo virtual es la próxima generación del cambio y la transformación tecnológica
La brecha entre el mundo digital y el físico se está estrechando a una tremenda velocidad. Puede que no todo el mundo esté listo para este cambio, pero los líderes empresariales deben prepararse ahora para un futuro en el que el movimiento fluido –y a menudo simultáneo entre ambos mundos– conllevará nuevas oportunidades para crear valor para sus organizaciones.
Un ejemplo de algo que está ocurriendo ahora mismo en Europa: con financiación de la Unión Europea, un consorcio de hospitales, investigadores y empresas de nueva creación se ha unido al proyecto Neurotwin, un esfuerzo conjunto por construir gemelos digitales de cerebros humanos. Cada gemelo se utilizará para ayudar a los profesionales sanitarios a comprender y predecir los factores desencadenantes de enfermedades neurológicas y mejorar las intervenciones preventivas. Este año, el proyecto pondrá en marcha dos estudios sobre enfermos de Alzheimer y epilepsia. Este ejemplo de cómo las tecnologías y la convergencia de lo físico y lo digital están ayudando a reinventar la sanidad también es válido para otros sectores. Este cambio afectará a todas las organizaciones y los directivos deben estar preparados.
La próxima ola de transformación empresarial acabará con las barreras entre estos mundos para fundirlos en una nueva realidad. El momento de adoptar estas tecnologías es ahora, y el objetivo que deberíamos perseguir no es una mejora incremental sino un paso adelante hacia la reinvención total.
Afortunadamente, las empresas europeas buscan invertir en su futuro tecnológico: la confianza entre los líderes empresariales está creciendo, al igual que el abandono de la reducción de costes, con más crecimiento e inversión en el horizonte. Según una reciente encuesta realizada entre líderes empresariales de todo el mundo, los ejecutivos europeos no prevén los mismos niveles de impacto de la inflación que a finales de 2022. Además, dos tercios de los ejecutivos europeos esperan cierto crecimiento de los ingresos de su organización, y ocho de cada diez esperan que la economía comience a recuperarse en los próximos doce meses. Esto crea un entorno fértil para que las empresas inviertan en tecnología e innovación y entre nuestros clientes hay especial interés en los datos, la inteligencia artificial, la transformación digital, la seguridad y la nube como áreas prioritarias.
Los líderes empresariales también entienden el papel crucial de la tecnología en el avance hacia los objetivos de sostenibilidad, lo que queda subrayado por la reciente Ley de industria Net Zero de la Comisión Europea para ampliar la fabricación de tecnologías limpias en la Unión Europea.
La fusión del mundo físico y el digital es la próxima generación de disrupción tecnológica. Pero lo cierto es que no hay una tecnología claramente definida en la que invertir para alcanzar esta nueva frontera, aunque ya estamos viendo avances increíbles en campos como la computación cuántica, la inteligencia artificial (IA) y la realidad extendida. Las empresas están sorprendidas por los recientes avances revolucionarios en IA, y los datos revelan que el 98% de los ejecutivos mundiales están de acuerdo en que los modelos básicos de IA desempeñarán un papel importante en las estrategias de sus organizaciones en los próximos tres a cinco años. Además, casi el 60% se plantea utilizar ChatGPT con fines de aprendizaje, y más de la mitad están planeando casos piloto durante este mismo año. Por supuesto, este interés no debe omitir la necesidad de garantizar que estas tecnologías sean responsables y seguras.
Es importante señalar que no se trata de tener preparada una estrategia tecnológica independiente. Se trata de diseñar una estrategia de innovación deliberada y holística que apunte al punto de encuentro entre el mundo digital y el físico. Y a medida que el punto de encuentro se acerque, las empresas necesitarán una reinvención continua y dinámica para adaptarse. Esta próxima generación de disrupción tecnológica no consiste sólo en digitalizar el presente, sino en acelerar hacia un futuro antes inimaginable.
El encuentro de ambos mundos evolucionará durante la próxima década, pero las empresas ya están encontrando oportunidades en circunstancias específicas: un gemelo digital para un puente, un despliegue robótico en un hospital o la combinación de un diseñador de productos con IA generativa.
En el sector de la automoción, un gran fabricante europeo ha empezado a evolucionar el proceso de diseño y desarrollo de vehículos. Gracias a las tecnologías de gemelos virtuales, ha eliminado los prototipos físicos de algunos modelos y ha reducido en meses el tiempo de desarrollo del producto. Además, ahora puede predecir con precisión efectos localizados –como fallos de materiales y conexiones– lo que se traduce en una mejora general de la calidad.
En todos los sectores, la transformación empresarial pasará de crear capacidades digitales aisladas a sentar las bases de una nueva realidad compartida. Este futuro abre un océano de oportunidades para las empresas, no solo para crecer, sino también para hacerlo de forma responsable.
Cuando contemplamos esta próxima generación de disrupción tecnológica, debemos reflexionar sobre dos puntos. En primer lugar, ¿supondrá un reto? Por supuesto, pero esto nos lleva al segundo punto. Después de todo lo que hemos afrontado –y seguimos afrontando– en los últimos tres años, las organizaciones han adquirido una nueva resistencia y confianza a la hora de enfrentarse al cambio. Estamos viendo cómo las empresas realizan algunas de sus apuestas más ambiciosas en tecnologías que harán converger nuestras realidades paralelas y configurarán la naturaleza de las empresas, el futuro de la ciencia o las formas en que diseñamos y fabricamos productos.
Domingo Mirón es presidente de Accenture en España, Portugal e Israel
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