Petróleo: un juego de irritación mutua entre Arabia y EEUU

A los dos recortes de la OPEP+, Washington no solo ha respondido con críticas, sino poniendo en el mercado una considerable cantidad de su reserva de crudo

Una bomba petrolífera en funcionamiento al amanecer cerca de la población tejana de Midland, Estados Unidos.LARRY W. SMITH (EFE)

Hace más de seis meses y medio (5 de octubre de 2022) Arabia Saudí anunció que la OPEP+Rusia (ahora se dice OPEP+) recortaría la producción de petróleo en dos millones de barriles diarios (equivalente a un 2% de la producción mundial) como respuesta a la subida de tipos de interés en Occidente y a una economía global que se debilitaba. La reacción del precio del barril no se hizo esperar y subió 10 dólares en cinco días: de casi 89 a casi 99 dólares.

Casi parecía cumplirse el deseo de Arabia Saudí de que el precio del barril de Brent se situara por encima de los 100 dólares, pero, dos semanas más tarde, había vuelto a su punto de partida (89 dólares) perdiendo todo lo ganado. En las semanas y meses siguientes, el precio del Brent no consiguió superar en ningún momento los 100 dólares, y para el 20 de marzo de 2023 había caído a 70.

El pasado 3 de abril, la OPEP+ repitió la jugada anunciando una nueva reducción de la producción, que esta vez sería de 1,6 millones de barriles diarios. La reacción fue súbita: a la apertura del día siguiente (un lunes) el precio del barril de Brent pasó de 80 a 87,5 dólares. La subida ya no fue esta vez de 10 sino de solo 7,5 dólares y no ha pasado, por al momento, de ahí. Además, tres semanas más tarde se ha esfumado también por completo: en momentos de la sesión de anteayer, el Brent cotizó en 80,5 dólares/barril, con lo que, en lo que va de año, pierde un 4%.

¿A qué se debe esta falta de capacidad de la OPEP+ para que se cumplan sus designios? La respuesta es, como siempre, una evasiva en forma de tautología: al exceso de oferta y a la caída de la demanda. Los buenos argumentos siempre vienen a toro pasado y es muy difícil comprobar en qué medida afectaron de verdad al movimiento de los precios.

Un ejemplo de ese tipo de explicaciones ad hoc es que, si en marzo el precio del barril de Brent había bajado hasta los 70 dólares, era por los problemas de los bancos regionales de EEUU y de Credit Suisse. Sin descartar que eso hubiera podido tener algo de influencia, hay que recordar que entre principios de noviembre pasado y el inicio de la crisis bancaria el precio del Brent ya había caído desde 99 hasta 81,66 dólares.

Es decir, la flojera en el precio del petróleo no ha estado motivada por la inestabilidad bancaria en EEUU ni mucho menos, aunque sí pudo haberla intensificado esa crisis, o, al menos, es lo que la coincidencia de fechas sugiere, pero una coincidencia de fechas no necesariamente es una explicación.

Solo hay un argumento algo más convincente: a las dos restricciones de la OPEP+, EEUU ha respondido criticando la medida, y su contrariedad no ha sido solo cuestión de palabras: ha decidido actuar poniendo en el mercado una cantidad más que apreciable de su reserva estratégica de petróleo. En realidad, esa puesta en el mercado de cantidades altas de petróleo ya venía desde el inicio de 2022 y, por el volumen tan alto que ha alcanzado (la reserva se ha reducido en un 38% desde el inicio de 2022 hasta mediados de este mes) está creando cierta inquietud en EEUU.

Si se miran las dos series históricas, la del precio del barril de Brent y la del volumen de barriles acumulados en la reserva estratégica estadounidense, desde el inicio de 2022 hasta la actualidad, la correlación entre las dos series es de 0,64, con doce días de decalaje. Se podría pensar que esa reducción tiene que ver con el inicio de la guerra en Ucrania, pero había comenzado antes, pues en el año 2021 ya había descendido un 7%, por lo que el descenso total desde el 1 de enero de 2021 es de un 42%.

¿Cuándo se recuperará el precio del petróleo hasta niveles más satisfactorios para los deseos de la OPEP+? No es probable que suceda antes de finales de año, a la vista de la trayectoria que ha estado teniendo en estos seis últimos meses el precio del Brent. Tal y como decíamos la semana pasada, el Brent se encamina a momentos de mayor debilidad que el actual que pudieran colocarlo por debajo incluso de esos 70 dólares en que estuvo en algún momento de la sesión del 20 de marzo pasado, y es probable que baje hasta los 60 dólares.

Entre enero y marzo de 2023, la reserva estratégica se mantuvo estable, pero aceleró su bajada a raíz de las medidas anunciadas por la OPEP+ el 3 de abril, de modo que en cada una de las semanas transcurridas desde entonces ha tenido una bajada. Parece que se trata de un juego de irritación mutua entre Arabia Saudí y EEUU, pues durante todo el último trimestre de 2022 prácticamente no hubo semana en que EEUU no redujera su reserva estratégica para mayor disgusto de Arabia Saudí.

Estas reducciones de la reserva estratégica son solo de petróleo crudo, lo que no explica que los destilados del petróleo estén entre las tres materias primas que más bajan de precio en lo que va de año: -19,3% el gas oil y -23,4% el fuel de calefacción.

Juan Ignacio Crespo es estadístico del Estado y analista financiero

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